El cereal y el girasol sortean la crisis

R.C.G.
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La cosecha de ambos cultivos ha sido buena en la provincia. Sin embargo, «la nueva PAC es peor que la de antes, algo que no se explica si realmente somos tan estratégicos", se queja Esteban Martínez, presidente de Asaja Burgos

La producción en la provincia se ha mantenido a pesar de la pandemia. - Foto: Patricia

La agricultura ha sido uno de los sectores esenciales durante la pandemia. Mientras que la mayor parte de la población estaba confinada, cientos de personas en la provincia cultivaban el campo para abastecer los supermercados. La calificación y los halagos recibidos durante los meses más duros del coronavirus, no se corresponden sin embargo con el tratamiento que recibe el sector por parte de las administraciones.

«La nueva PAC es peor que la de antes, algo que no se explica si realmente somos tan estratégicos. El presupuesto es el mismo, van a entrar en el reparto más hectáreas, y no se tiene en cuenta que hay zonas en las que los costes de producción son mayores», afirma Esteban  Martínez, del sindicato Asaja. Es un aspecto en el que también pone el foco la sociedad cooperativa Agrobureba porque «hay tierras en las que para producir lo mismo que en otras, tienes que abonar mucho más, elevar el gasto en fitosanitarios,... Las subvenciones cada vez son más escasas, los precios se ajustan y los márgenes en ocasiones son pequeños».

La cosecha este año ha sido buena pero la inestabilidad del mercado afectó a los precios, que en el caso del cereal, llegaron a bajar hasta 15 euros por tonelada. Antes los silos ejercían de reguladores, función que ahora recae muchas veces en los propios agricultores, que mayoritariamente han tenido que esperar hasta el repunte de final de año para vender y equilibrar la balanza. «La situación estaba generada por cuatro operadores potentes que controlan el mercado, pero las cosas han acabado volviendo a la normalidad», afirma.

La recuperación que ha experimentado el cereal no se ha dado en otros productos como la remolacha, que desde hace años está en declive en la comarca mirandesa y La Bureba, un descenso agravado por las últimas campañas gubernamentales contra el consumo de azúcar que precisamente no ayudan a que los agricultores se animen a retomar su producción. Tampoco la ganadería atraviesa su mejor momento porque «el sector ovino ha sufrido mucho el cierre de la hostelería, y ahora que la Navidad podría ser la tabla de la salvación, el mercado está saturado por la importación de lechazo de Francia o Italia», explican desde Asaja.

más girasol. En los campos de la provincia ha ganado peso en el último año el girasol, una alternativa al cereal que gracias a la ayuda acoplada ofrece una buena rentabilidad en determinadas comarcas. Además, sirve para rotar cultivo y favorece que al año siguiente se incremente la producción de cereal. «Es una opción que irá ganando peso con los ecoesquemas que nos impondrán con la nueva PAC, que tendremos que hacer más rotaciones que ahora», apunta Martínez.