Un cáncer de cerebro marca la existencia de Daniela desde 2018. Cuando se lo diagnosticaron, ella y su familia pidieron a Chomi Delgado que relatara su experiencia, centrándose mucho en el rostro porque la enfermedad podría debilitar los huesos de su cara y Daniela no quería olvidarse de cómo era. Durante 18 meses el fotógrafo burgalés ha relatado en imágenes La historia de Daniela, sus altibajos anímicos, la soledad, el miedo y la incertidumbre de lo que la espera o el tiempo compartido con su familia: «La sociedad está acostumbrada a ver a los pacientes con cáncer en esa imagen de luchadores, pero no siempre a mirar lo que ocurre cuando esas cámaras se apagan, cuando vomita la quimioterapia, no tiene fuerzas para prepararse un café, o estar 24 horas, como muchas veces dice Daniel, con el soplo de la muerte en la nuca».
Ese trabajo resumido en doce fotos acaba de recibir el LUX de Oro al Reportaje Documental, un certamen de gran prestigio entre los profesionales porque no distinguen una única foto, sino una serie y lo que encierra. Para Chomi Delgado, que ya ganó el premio el LUX de Plata en 2018 por La historia de Soraya y Nacho, dos personas con parálisis cerebral, supone «consolidar un tipo de fotografía que es la que quiero practicar y me gustaría seguir haciendo. Pero sobre todo significa un gran alivio, porque hay mucha gente implicada en esta historia, principalmente Daniela y su familia, claro».
El premio es probable que sirva de aliento a esta burgalesa que lleva más de dos años luchando contra el cáncer y que en este momento está pasando «por un momento delicado». «Hace poco tuvieron que volver a operarla y lleva tres días en casa recuperándose. Y los ánimos son los que son porque la lucha diaria va minándola, con la pandemia (y también sin ella) pasa muchas horas sola dándole vueltas a la cabeza y psicológicamente le cuesta mantener el optimismo», destaca el fotógrafo burgalés.
Las 12 fotos premiadas son el resumen de más de 4.000 imágenes captadas durante 18 meses, de las que 40 formarán parte de un libro. «No sé si la historia ha acabado de ser contada», afirma. Delgado quiere cerrarla por la implicación emocional que le supone, pero aún debate con Daniela si continuar o no: «No lo sé. Me da miedo», añade.
Y no es para menos porque para llegar hasta aquí lo importante «no son la cantidad de fotos, sino la cantidad de horas». «Llegar a fotografiar a Daniela mientras vomita la quimio no es una cuestión de fotos, sino del tiempo, la empatía y confianza que comparto con ella. Alas fotos no se llega disparando. Puede haber algo de suerte y que te encuentres una situación. Pero vienen precedidas de muchas conversaciones», subraya.
Por eso también elige el blanco y negro para sus series sociales: «El color aporta información, pero si no es bueno puede distraer o desmejorar lo que se cuenta. En este tipo de fotos no escenifico absolutamente nada. Si sucede en un lugar, lo fotografío donde ocurre; no les pido que se muevan. No manipulo ni digo nada».
La historia de Daniela, decíamos, se contará también en forma de libro con la ayuda de la antropóloga y fotógrafa documentalista Andrea Chame: «El libro se va a hacer con la implicación de la asociación madrileña Rutinoterapia, una escuela de pacientes oncológicos, que se encargará de hacer una campaña de micromecenazgo y acompañarlo, si puede, de una exposición. En Burgos lo he intentado, pero no he conseguido despertar interés», se lamenta.
premios Fepfi. Además de este galardón, Delgado tiene pendiente el fallo de los premios que otorga la Federación Española de Profesionales de la Fotografía y la Imagen (FEPFI), que dieron a conocer los nominados a finales de octubre. Para este concurso que se falla hoy opta también por dos imágenes de La historia de Daniela. En la misma categoría de Reportaje Gráfico está nominado Paco Santamaría, que además es finalista en las secciones Mascotas y Libre Creación.