El número de familias inscritas hasta la fecha para acoger a los niños y niñas saharauis que llegarán a la provincia este verano es todavía insuficiente, de ahí que la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui en Burgos haya hecho un nuevo llamamiento a la solidaridad para alcanzar una cifra similar a la del año pasado. De momento, se han ofrecido 16 familias, pero se necesitarán al menos unas cinco más para igualar al número de hogares de acogida de 2022. «Casi todas las familias que recibieron menores han vuelto a tener este gesto de generosidad, pero necesitamos más. El verano pasado se quedaron 300 pequeños sin poder viajar a España y eso es muy duro para ellos», señalan desde la asociación.
Por ello, vuelven a llamar a las puertas de las familias burgalesas para que se inscriban en esta iniciativa. La fecha límite para apuntarse se acerca y en esta ocasión no se han inscrito tantos hogares como necesitan para acoger a un menor en los meses de julio y agosto, en el marco del programa de 'Vacaciones en Paz', destinado a los niños y niñas de entre 8 y 12 años que viven en los campamentos de refugiados en Tindouf (Argelia). Esta iniciativa propicia que los niños del programa disfruten durante dos meses de otra realidad distinta. La convivencia con familias burgalesas les proporciona asimismo asistencia médica y una alimentación equilibrada, al tiempo que se fomenta un intercambio cultural entre los niños de aquí y los saharauis.
'Vacaciones en paz' se desarrolla en Castilla y León desde hace 24 años de forma ininterrumpida a excepción de 2020 y 2021 por las consecuencias derivadas de la pandemia sanitaria, y en estos años ha acogido a más de 100.000 niños.
El programa pretende darles un respiro para que puedan salir del desierto del Sahara durante el verano, en los que se soportan temperaturas superiores a los 50 grados. El tiempo que pasan en nuestro país es fundamental para que vuelvan a sus casas con una salud mejorada y una energía renovada.