Con soporte de pergamino obtenido de una piel de carnero sometida a un proceso de semicurtición, escrito en latín y letra gótica de privilegios, el primer fuero de la ciudad de Briviesca saldrá a la luz de su refugio con motivo del IX centenario de su concesión, en el año 1123 por el rey Alfonso VII. El documento, uno de los más antiguos que custodia el archivo municipal, refleja la historia y evolución de la Bien Trazada que, hasta el siglo XIII se vio -al igual que el resto de la comarca burebana- afectada por los continuos enfrentamientos fronterizos entre Castilla y Navarra.
El monarca pretendía con la concesión de los estatutos jurídicos proteger el poblamiento de la villa mediante ciertas exenciones fiscales como la fonsadera (tributo que se prestaba al rey en tiempos de guerra) o la mañería (que permitía al señor apropiarse de parte de los bienes de un siervo que moría sin descendencia). Con ello, se trataba de favorecer la repoblación del territorio y establecer un régimen jurisdiccional fijando los límites de la villa, que por aquel entonces la constituían barrios distantes. Pese a que fue otorgado hace 900 años, el privilegio rodado de Fernando IV se emitió en Burgos el 2 de julio de 1299, cuyo texto original lo copiaron en el manuscrito siguiendo las prácticas precisas de la Edad Media.
Por su importancia formará parte de una exposición que la complementarán algunos de los fondos más antiguos que se conservan, «verdaderas obras de arte del patrimonio documental que en ocasiones muy concretas se han mostrado al público», declara María Jesús Olivares, la archivera municipal. La escritura de venta otorgada por Pedro Pérez, portero de los judíos de Briviesca, del término Moscadero (año 1289); el Fuero concedido por doña Blanca de Portugal en 1313, la donación realizada de la llamada cuesta de la judería que se usaba como pasto común, del año 1317; la Facultad Real del rey Alfonso XI, en que se da licencia para demoler el alcázar de la villa en 1325; el Cuaderno de Cortes celebradas en la ciudad allá por 1387 y convocadas por Juan I; la licencia que el provisor de la localidad dio a los vecinos para guardar la festividad de San Roque en 1599; la carta de la corporación al Arzobispado solicitando la autorización para acudir en procesión al Santuario de Santa Casilda en 1794 y el Himno de Briviesca, redactado en 1929 y recién restaurado, podrán contemplarse a partir del 5 de mayo en el Ayuntamiento.
El estudio del documento de 1123 -por el que la ciudad ha organizado un programa cultural que se desarrollará el 5, 9 y 12 del próximo mes y en el que participarán Félix Sagredo, José Manuel Ruiz y José Luis García- ha revelado que en el reverso del documento medieval existen anotaciones manuscritas y lleva cosida una nota del archivero del siglo XVIII con una descripción del documento. También que lo acompañaba un sello de plomo que pertenece a otro documento y época, «seguramente del reinado de Enrique III», aclara Olivares, y ambos permanecieron durante décadas colocados en un marco de madera y cristal en una pared del despacho del alcalde.
Tras someterlo a un tratamiento de rehabilitación ejecutado por el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, el pergamino luce su mejor rostro. Asimismo, el Servicio de Recuperación de Archivos de la Diputación también ha hecho posible un gran hito con la tecnología más avanzada y desde que el Ayuntamiento briviescano solicitó su colaboración en marzo de 2021, ya son 33 los pergaminos digitalizados datados a partir del siglo XIII hasta el XV.
Visitas concertadas. Por motivos de seguridad, «ya que no habrá vigilancia constante mientras que al edificio consistorial pueda acceder cualquier persona», expone la archivera, la muestra permanecerá abierta al público hasta el 12 de mayo en horario de 10 a 13 horas. Cualquier grupo (escolares o turistas) interesado en ampliar la información puede concertar una cita para organizar una visita más personalizada.