Un 30 de enero de 2016, sábado para más inri, el Boletín Oficial delEstado publicó la aprobación definitiva del último de los tramos de la A-12 pendiente. Tras más de cuatro años en proceso de redacción, el Ministerio de Fomento por fin tenía en sus manos los planos constructivos para poder sacar a licitación el penúltimo de los segmentos de la Autovía Camino de Santiago que nace Pamplona,atraviesa La Rioja y culminará en la ciudad de Burgos.
Desde aquel frío fin de semana hasta hoy el documento no ha salido del cajón del Ministerio. Durante casi 7 años el expediente ha quedado atascado en las dependencias de Madrid esperando la partida presupuestaria necesaria para poder iniciar su construcción. Tal ha sido la demora y la falta de interés por parte de los diferentes Ejecutivos que antes de reactivar los trámites administrativos para su salida a concurso será necesaria una actualización de los precios de mercado con los que se elaboró el proyecto. Así lo ha confirmado el propio Gobierno tras una pregunta por escrito elevada por el senador del PP por Burgos Javier Lacalle.
En la contestación, en cambio, no se precisan plazos sobre una posible salida a concurso de estos trabajos. «Ahora hay que volver a la casilla de salida. Es un escándalo, como tener que volver a elaborar prácticamente un proyecto desde cero», reconoce el burgalés, que cifra en «cuatro o seis años» el tiempo que discurrirá hasta que se pueda tener listo para licitar de nuevo. «Es el tramo fundamental y que primero se tendría que haber construido para mejorar el paso por el casco urbano de Villafranca y evitar más accidentes de tráfico en La Pedraja», precisa Javier Lacalle.
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