Carlos Barbero disputará el Tour de Francia. Ha sido el elegido para completar la alineación del Qhubeka Assos tras la baja de última hora de Fabio Aru. El burgalés está ante su primera oportunidad de disputar la prueba francesa, a la que llega «con la ilusión de un juvenil». Era el primer reserva, por lo que estaba preparado para hacer las maletas en cualquier momento.Afronta este nuevo reto sin objetivos concretos y a expensas de los planes del equipo. Confiesa que ha cumplido uno de sus sueños como ciclista.
¿Cómo se ha tomado entrar en la lista del Tour de Francia a falta de 4 días para el inicio de la carrera?
Tenía un plan inicial, pero sabía que esta posibilidad estaba encima de la mesa porque era el primer reserva y me podía tocar, como ha ocurrido. Si eres el corredor número 9 en la lista puede pasar. Tienes que estar operativo y más en estas circunstancias en las que pasamos tantas pruebas PCR y hay tantos problemas. Un test que dé un resultado anómalo o haber tenido algún contacto con alguien sabes que puede hacer cambiar muchas cosas.
Entonces la sorpresa ha sido relativa.
Sabía que si llegaba algún imprevisto tirarían de mí y eso me lo habían comentado hace unas semanas. Iba a correr en Lugano y luego concentrarme en altura, pero también cabía esta posibilidad.
¿Le llega este debut en la prueba francesa en el momento de mayor madurez como ciclista?
Ya soy un corredor más maduro. Sabes un poco más lo que tienes que hacer en cada momento, pero es una sensación nueva y voy con la ilusión de un juvenil.
¿Es una oportunidad?
Es la carrera de la que todo el mundo habla. Están los mejores corredores del mundo, en su mejor momento de forma y estar allí ya es importante. Es un logro que el equipo confíe en ti para estar en la mayor cita del año. Es algo a valorar.
Su inclusión en el ‘8’ deja claro que el Qhubeka tiene plena confianza en usted.
El equipo está contento con mi trabajo y mi actitud y así me lo hacen ver. Yo también estoy muy feliz con ellos por el cariño y el valor que me dan. Es una relación que se retroalimenta.
¿Correr el Tour de Francia es poner la guinda a un currículum en el que hay participaciones en un Campeonato del Mundo, París Roubaix, Milán San Remo, Lieja, Flandes, París Niza, Vuelta a España…?
Es la mejor carrera y la que todo el mundo conoce. Aunque no sigas el ciclismo todo el mundo sabe lo que es el Tour de Francia.
¿Que espera en su estreno en la ‘Grande Boucle’?
Es una carrera nueva para mí, por lo que habrá que ver cómo es. Intentaré dar lo mejor de mí. Todo lo que pueda aportar al equipo lo aportare, bien para estar en alguna llegada, en alguna escapada… Que el equipo esté conforme con mi actitud.
Y tratar de estar preparado si llega una oportunidad.
Si hay alguna oportunidad trataré de aprovecharla al máximo. E el Tour se pelea todo, cualquier puesto se disputa porque es la carrera más grande.
¿Llega con un buen golpe de pedal a la cita?
De forma estoy bien. No he hecho una preparación específica, pero no tiene porque ser diferente que otras carreras. Tenemos que estar listos para adaptarnos a los cambios.
La preparación física es imprescindible, ¿también la mental?
Hay que estar preparado para cualquier competición, pero todo el mundo dice que en el Tour todo se magnifica, hay más estrés, más velocidad… Por lo que me han dicho, todo se multiplica en esta carrera.
¿Ha cumplido un sueño?
Correr un Tour es la cima del ciclismo. Junto con un Mundial, pocas carreras hay más importantes en este deporte. Son las mejores pruebas. Este año era el que menos pensaba correr el Tour de Francia, porque la Vuelta a España sale de Burgos, pero las circunstancias han venido así y así lo vamos a hacer.
¿Se puede disfrutar un Tour siendo una carrera tan exigente y dura?
En el momento estás tan metido en carrera no disfrutas como puede pensar la gente. Estás muy concentrado en la metodología de la competición, con tensión… pero luego supongo que será una de las cosas de las que disfrutes. Pensando con mayor margen de tiempo seguro que sucede. Corriendo se notará la magnitud que tiene, pero en ese momento estás concentrado en disputarla.
¿Lo afronta con objetivos concretos?
El plan inicial es ir y ver lo que va surgiendo cada día. Luego, una vez que estemos en Francia, nos hablarán de forma más específica lo que quieren de cada uno y en qué días y en qué etapas. Haremos lo que toque.
¿En una carrera de tres semanas hay oportunidades para todos?
Para todos o para ninguno. Al final cuando pones la televisión casi siempre ves a los mismos 10 corredores todos los días. Pero está claro que siempre saltan sorpresas y hay que estar ahí. Luego serán los directores los que dirán las oportunidades de cada uno y cómo se va a gestionar la carrera.
¿Este Tour de Francia cambia mucho sus planes de cara a la segunda parte de la temporada?
Después del Tour ya veremos lo que sucede. Iremos viendo todo, porque planificar a dos meses vista es tontería cuando tienes en nada una cita como esta. Una vez que concluya se irán tomando decisiones, pero ahora la cabeza está centrada en el Tour e iremos paso a paso valorando las cosas que se pueden hacer. Ahora llega el turno del Tour de Francia y no es el tiempo para pensar en otras cosas.