La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha multado al Ayuntamiento de Miranda por verter aguas residuales urbanas sin depurar al río. El organismo considera el hecho como «falta leve», por lo que propone una multa de 1.500 euros. El procedimiento arrancó con una denuncia de IU, que evidenció en abril la gran cantidad de toallitas y plásticos en ciertos puntos de las riberas. La formación apuntaba directamente a un aliviadero de la red de saneamiento, cercano al puente de Hierro y al instituto Fray Pedro de Urbina, para denunciar la política municipal. En ese punto, la CHE corroboró los vertidos, por lo que abrió el procedimiento sancionador.
La entidad reguladora detalla que realizó controles los días 22 y 30 de junio y el 29 de julio, en los que existieron vertidos de agua no tratada, «sin que el Ayuntamiento haya puesto en conocimiento de los hechos a este organismo». Este secretismo supone un incumplimiento de las condiciones para la autorización de vertidos al río que otorga la CHE. Además, la Confederación recalca que «el alivio en tiempo seco está expresamente prohibido en la legislación en materia de aguas».
Por otra parte, el expediente sancionar considera que los hechos «podrían preverse razonablemente» y puntualiza que «no consta que se produjeran en una época de fuertes lluvias», por lo que descarta que pudiera tratarse de agua de alguna tormenta.
La CHE reconoce en sus conclusiones que no pudieron «medir la duración de los alivios ni el volumen vertido», por lo que «no se puede proceder a realizar una valoración de los daños ocasionados al dominio público hidráulico». Otro de los puntos en los que cuestiona al Ayuntamiento, tiene que ver la prevención y solicita la adopción de «las medidas necesarias en la red de saneamiento de forma que no se produzcan vertidos no autorizados».
Por parte del Ayuntamiento, en el expediente justifica que con las mejoras y la ampliación de la depuradora, esperan solventar estos problemas, aunque sobre la sanción indican que «no hay constancia de que los días 22 y 30 de junio y el 20 de julio de 2021 haya habido anomalías en el funcionamiento de las bombas que impulsan las aguas a la EDAR».
La administración local alega que en el punto en cuestión existen dos aliviaderos, instalados con el fin de que si ocurriera algún problema en el bombeo de las aguas fecales, «éstas se viertan al río para evitar que las viviendas se inunden». El problema, como detecta la CHE, es que no hay motivo que justifique el vertido, y por eso procede a la sanción, aunque en el Ayuntamiento admite que fue «puntual», debido a un atasco.
Más puntos. La CHE centra la sanción a la administración local en un único punto de la red, pero en el análisis los técnicos evidencia otras zonas críticas. En este sentido, remarca que la mayoría de los aliviaderos precisan de barreras o rejillas que impidan por ejemplo que las toallitas acaben en el río, cuando el sistema tiene que aliviar agua al cauce directamente.
La Confederación enumera otros puntos de vertido. Dentro de los más conflictivos destacan «el aliviadero de la estación de bombeo de Aquende», ubicado junto al puente Carlos III, donde existe una arqueta «que siempre tiene restos de toallitas». En la margen izquierda, en este caso cerca de la estación de bombeo de Allende, la CHE también ha detectado la presencia de residuos de los hogares.