No existe ninguna evidencia científica que avale que las personas con un diagnóstico de diabetes, psoriasis, celiaquía o VIH/sida no puedan ejercer como cualquier otra las labores de policía local, de bombero y de cualquier otro cuerpo de funcionarios del Estado. Las asociaciones que representan los intereses de estos colectivos lo vienen diciendo desde hace años con el aval de numerosas sociedades científicas porque sistemáticamente venían siendo excluidas de muchas convocatorias de empleo público, pero no ha sido hasta noviembre del año pasado que el Gobierno central ha eliminado varias de estas causas médicas excluyentes para quienes aspiren a ser personal funcionario, estatutario y laboral y civil y militar.
En febrero de este año el Boletín Oficial del Estado publicó el acuerdo del Consejo de Ministros por el que se aprobaron las instrucciones para actualizar las convocatorias de las pruebas selectivas que incluían esta discriminación, lo que ha supuesto un paso importante en el camino de la igualdad de oportunidades y así lo han celebrado a nivel local tanto el Comité Ciudadano Anti-Sida como la Asociación de Diabéticos de Burgos, que se duelen, no obstante, de que este cambio en la normativa no haya llegado a las convocatorias de las corporaciones municipales. Cristina Llorente, presidenta del colectivo de personas con diabetes, afirma confiar en que a partir del próximo año, en el que ya será de obligado cumplimiento, las bases para acceder a ser policía municipal o bombero no excluyan a los diabéticos: "En eso estamos trabajando desde la federación y nos gustaría que en Castilla y León se erradicara esta discriminación ya que solo tres comunidades, La Rioja, Canarias y Valencia, han tomado las medidas adecuadas para ir en consonancia con lo que aprobó el Consejo de Ministros".
Llorente insistió en que hace ya mucho tiempo que las convocatorias se han quedado obsoletas porque en la actualidad una persona con diabetes tiene innumerables herramientas al alcance de su mano para controlar su enfermedad (fármacos, tecnología, autocontrol...) y poder llevar una vida "absolutamente normal".
En las últimas convocatorias de empleo público publicadas por el Ayuntamiento para cubrir plazas de bomberos y de policías locales -y que pueden consultarse en su página web- aún permanecen como enfermedades excluyentes la diabetes y el VIH/sida, aunque no siempre de forma clara. Es el caso de la que se realizó en mayo de 2018 para cubrir 11 plazas de bombero, en la que entre las decenas de patologías excluyentes se encontraba la diabetes y, de forma expresa, ser "portador de anticuerpos VIH", es decir, no solo haber desarrollado la enfermedad. En noviembre de ese mismo año, apenas unos días antes de que se aprobara la Orden del Consejo de Ministros, se publicó otra para cubrir 18 plazas de agentes de Policía Local y en ella también se discriminaba a personas con psoriasis y no se hacía referencia expresa al VIH/sida pero sí a "enfermedades transmisibles en actividad y enfermedades inmunológicas sistémicas, intoxicaciones crónicas y hemopatías graves".
El presidente del Comité Ciudadano Anti-Sida de Burgos, José Antonio Noguero, fue tajante al explicar que una persona que toma bien su medicación y tiene la carga viral indetectable no puede transmitir el VIH. Esta entidad ha creado un grupo de trabajo para analizar las convocatorias no solo del Ayuntamiento sino también de la Diputación y de otras entidades públicas y poner de manifiesto si siguen discriminando al colectivo. Además, se van a reunir con la concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez, y le van a pedir de forma expresa que en las próximas oposiciones desaparezcan estos criterios excluyentes.
"TRABAJO POSITIVO". En los próximos días, el Comité se va a hacer eco de la campaña ‘Yo trabajo positivo’, que precisamente busca que cese la discriminación y la exclusión en los entornos laborales de las personas con VIH/sida. Para ello, está haciendo públicas en redes sociales unas imágenes con parte de su plantilla y el lema El lugar de trabajo no es una vida de transmisión de VIH. Más adelante, en noviembre, realizará unas sesiones formativas con empresas de inserción social (Cáritas, Fundación Lesmes, Cruz Roja, Aspanias) y celebrará un grupo de trabajo con FAE, empresas del tercer sector y departamentos de recursos humanos de empresas ordinarias. Otros años ya ha hecho lo mismo con diversos colectivos como la Federación de Hostelería, la Gerencia de Servicios Sociales o la Policía Local.
Noguero reconoce que es difícil detectar las situaciones de discriminación laboral en personas con VIH ya que, en principio, a nadie se lo preguntan ni nadie tiene por qué explicar en el lugar de trabajo su condición serológica: "No hay sentencias en las que se haya conseguido demostrar que una empresa haya discriminado a alguien por tener la enfermedad pero conocemos muchos casos en los que hemos intuido que esa ha sido la razón. Además, existen algunas empresas que en las analíticas piden expresamente que se realice la prueba del VIH, algo a lo que cualquiera se puede negar pero se arriesga, quizás, a perder el trabajo. Alguna denuncia ha habido en este sentido".