Doherco afrontaba este 2020 como un ejercicio importante en el que iba a completar una inversión de cinco millones de euros para ampliar y modernizar sus instalaciones. Los trabajos en la parte trasera de la planta en el Polígono de Bayas ya habían empezado con el movimiento de tierras y se había aplanado una extensión de terreno pero por el momento se han parado. El gerente de la empresa, Fernando Escobillas, afirma que a pesar del parón en la obras espera que se retome pronto el proyecto para terminar este 2020 una ampliación en la que acumulan años de tramitaciones. Cuando finalice Doherco ganará 4.500 metros cuadrados que se unirán a los 21.000 que ya tiene la compañía especializada en pinturas.
El problema que ha surgido ahora es que la empresa que se está encargando de esta tarea "ha presentado un ERTE" por lo que se tendrá que solventar esta situación para reiniciar de nuevo la actividad. Escobillas desea que "sea a la mayor brevedad posible" y cuenta con que este imprevisto no cambie demasiado los plazos. A pesar de la crisis por el coronavirus, en la fábrica se continúa con la producción "puesto que nos dedicamos mucho a la exportación" y eso por ahora no ha notado el frenazo, "no como el mercado nacional que sí que ha pasado a un segundo o tercer plano", lamenta Escobillas, que también es presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad.
Aunque la intención es la de completar las obras, con las dudas que existen y la incertidumbre en el mercado, el responsable de la planta reconoce que no hay tanta prisa como hace unos meses. Aún así, confiesa que "nosotros afortunadamente tenemos un nombre" por lo que aclara que gracias a las exportaciones cuentan con que la actividad no se resienta y los clientes se mantengan. De hecho indica que de los pedidos que tenían en cartera "ninguno de ellos se ha cancelado", incluso afirma que la carga de trabajo es "todavía más importante", entre otros motivos, puesto que por las medidas de seguridad con las que se trabaja el rendimiento es menor.
Escobillas sí que avanza que la incertidumbre vendrá cuando los pedidos en los que ahora trabajan se acaben. Ahí es donde está la duda y por eso se reitera que la ampliación es algo que no se va a parar pero no se tiene la seguridad de que sea tan necesaria como lo era antes de la aparición del coronavirus.
En la planta hay una treintena de trabajadores y al margen de la modernización de la maquinaría con la importante inversión que se va a realizara se contaba con la contratación de más personas.