Los coches (de la Guardia Civil) que todo lo ven

FERNÁN LABAJO
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Los vehículos camuflados rotan cada mes por las agrupaciones de Tráfico de la Benemérita para que los agentes puedan realizar discretas vigilancias en las carreteras. DB se sube a uno de ellos y acompaña a una patrulla

EL coche que todo lo ve - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

De un tiempo a esta parte, parece que no podamos estar ni un solo minuto sin mirar el teléfono móvil. Esta reflexión la hace el guardia civil Daniel, del Destacamento de Tráfico de Briviesca, durante una patrulla en una furgoneta camuflada. Acaban de multar a un hombre que sostenía el terminal con su mano y perdía la vista de la carretera.  El vehículo es negro y pasa desapercibido entre el intenso tráfico de una fría mañana de diciembre en la AP-1. El accidente de un camión de madrugada en Monasterio de Rodilla y las obras de mantenimiento a la altura de Pancorbo han colapsado la vieja autopista y la Benemérita desvía parte de la circulación a la N-1. El resto de conductores ignora que dos agentes vigilan de cerca sus conductas al volante, más allá de los excesos de velocidad.

Los coches camuflados van rotando cada mes por los subsectores de tráfico de la Guardia Civil de toda España y no siempre son los mismos. A veces son furgones, otras turismos e incluso camiones. Pueden ser blancos, negros o grises. Varían también los horarios y las carreteras por las que transita. Existe un vehículo que siempre está fijo en Burgos, pero el sargento Javier Álvarez reconoce que muchos conductores «lo tienen ya identificado» y, por ende, ha perdido su efecto sorpresa. La estrategia con los nuevos, lógicamente, es hacer su espionaje más efectivo, aunque no está exento de escollos. «Cuando adelantamos a un tráiler de mercancías, por ejemplo, ya nos ve que vamos uniformados y avisa por radio al resto de transportistas para que estén alerta. De ahí que alternemos mucho las vías», advierte.

(El reportaje completo, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)