La campaña contra la explotación sexual y la prostitución lanzada desde la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento ha desatado la polémica. Asociaciones feministas y representantes de partidos políticos clamaron contra ella y exigieron su retirada por culpabilizar más a la mujer, no poner el foco en el putero y llevarse a cabo sin consenso. La edil de la Mujer, Estrella Paredes, sucumbió a las críticas y ayer mismo ordenaba la retirada de autobuses y taxis de dos de los cuatro carteles que forman parte de ella. Los que tienen como protagonistas a una madre que mira hacia otro lado pese a saber que su hija menor de edad se prostituye y la que presenta a una señora que capta a jóvenes con las que trafica.
«Es una forma de culpabilizar y señalar a las propias mujeres de la situación de explotación, prostitución y trata, lo que supone reforzar total y absolutamente los mecanismos de sometimiento de las mujeres», observó ayer Laura Pérez, presidenta de La Rueda, uno de los colectivos feministas referentes en la ciudad. «La campaña nos parece totalmente desafortunada y nos duele mucho que no hayan contado con las asociaciones pese a que tenemos un foro (Consejo Municipal de Igualdad) para exponer todas las opiniones», añadía y concluía con la solicitud de su retirada.
A esa petición se sumaba la portavoz del Grupo Municipal de Podemos en el Consistorio, Margarita Arroyo, que, a través de un comunicado de prensa, se expresaba en los mismos términos. «Se trata de una campaña totalmente desenfocada, en la que no existe ningún tipo de consenso ni con asociaciones ni con otros grupos municipales y que yerra en lo fundamental, ya que no pone en el centro de la diana a los máximos responsables de este problema, que no son otros que los consumidores de prostitución y los proxenetas», ahondaba en ese texto.
A estas voces se unían otras de colectivos y figuras públicas tanto de ámbito local como autonómico. Un aluvión de críticas que hizo mella en Estrella Paredes, que, «preocupada» por la confusión que podía generar, pedía disculpas si a alguien había ofendido y ordenaba la eliminación de los dos mensajes más polémicos.
«La pretensión, en ningún momento, ha sido culpabilizar a las mujeres. Nada más lejos. La intención es, por supuesto, seguir poniendo el foco en el consumidor, no puedo creer que quepa ninguna duda en esto, pero queríamos destacar a otros referentes del sistema prostitucional en el que, desgraciadamente, no solo están los puteros», señalaba «muy disgustada» ayer la edil socialista al tiempo que declaraba que no consideró oportuno el consenso «porque se trata de la reedición de una campaña de 2019 a la que se han añadido estos cuatro carteles».