El arco que da la vara

H.J.
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La vieja puerta de San Martín, para la que se estudia suprimir el tráfico rodado, conserva en su intradós la marca de la Vara de Burgos, medida de longitud que precedió al metro y fue usada durante siglos en la América española o en Filipinas

El arco que da la vara - Foto: Patricia González

Antes de que el cálculo y expresión de longitudes en el mundo se unificasen con el sistema métrico decimal (los ingleses y los norteamericanos siguen siendo un caso aparte), buena parte del planeta tuvo durante siglos como principal referencia una radicada a orillas del Arlanzón.

La  Vara Castellana, o Vara de Burgos, tenía una longitud de 0,835905 metros, exactamente tres veces el también llamado «pie castellano» de 0,278635 metros. Una de las varas originales se conserva en el Arco de Santa María, pero su huella quedó también grabada en el intradós del arco de San Martín.

Esta vieja puerta de acceso a la ciudad, para la que recientemente el grupo municipal de Podemos ha exigido la supresión del tráfico rodado, tiene en su lado sur una marca realizada en la piedra que corresponde a esa vieja vara. Los accesos a la muralla funcionaban como puestos aduaneros y es probable que la medida se utilizase para controlar las mercancías que entraban o salían de la ciudad. El aparejador Eloy López, que hace unos días difundió esta curiosidad en sus redes sociales, relata que aquella referencia de longitud «fue el auténtico sistema métrico internacional burgalés» porque su importancia traspasó fronteras y océanos.

(Más información, en la edición de papel de Diario de Burgos)