Cinco clústeres de Castilla y León presentaron hoy un documento que recoge 56 medidas para la reactivación socioeconómica de la Comunidad en esta etapa postCOVID-19. Se trata de acciones que pretenden complementar las medidas ya puestas en marcha y aquellas que se encuentran en el Pacto por la Recuperación suscrito la semana pasada por la mayoría de grupos parlamentarios de las Cortes y la Junta. Además, el documento está abierto a más aportaciones por parte de los agentes sociales y económicos y de la sociedad en general.
Aeice, Biotecyl, Cbecyl, Cylsolar y Sivi se unen así para elaborar 'Acción Clúster', un documento basado en su experiencia sobre innovación y colaboración, fruto del trabajo colaborativo de los cinco clústeres y más de 40 socios y colaboradores. Representan ámbitos y sectores tan importantes como la salud y el bienestar, los entornos construidos y el desarrollo territorial, así como la industria, la energía y el medio ambiente, como informa Ical.
Entre las medidas, que se dividen en seis bloques, hay propuestas para fomentar la industrialización y mejora de la competitividad, su internacionalización, acciones para incentivar la salud y el bienestar, la sostenibilidad y la eficiencia energética, así como el desarrollo territorial. Muchas de las opciones cuentan con una característica, basada en la “edificación responsable”, tal y como afirmó el gerente de AEICE (Hábitat Eficiente), Ricardo Cobreros, algo que se ha puesto en evidencia durante el confinamiento motivado por el COVID-19. “Nos hemos dado cuenta de que nuestra primera barrera eran las paredes de nuestra casa”, espetó, para abogar mediante esta “aportación a la sociedad” espacios que permiten “vivir de forma más amable”.
También, destacó el carácter rural de muchas de las recomendaciones, es decir, buscan un protagonismo de este entorno, porque es “una gran oportunidad para impulsar nuestro magnífico entorno rural”, por ejemplo, añadió, desde el punto de vista de las energías renovables, la mejor conectividad tanto en infraestructuras como de internet para la digitalización y mediante la difusión de la cultura con la creación de una red. También subrayó la importancia de dar a conocer la ciencia en el propio mundo rural.
El documento surge de la necesidad de aprovechar la experiencia de los clústeres de Castilla y León en un momento “tan crítico” como el actual, según prosiguió Cobreros. Los clústeres desarrollan su trabajo diario con empresas, universidades, centros tecnológicos y otras entidades, siempre con una visión a medio y largo, para fomentar acciones de innovación y mejora de la competitividad a través de la colaboración entre organizaciones.
El proceso de trabajo comenzó a mediados de abril con una reflexión sobre la situación actual y las estrategias en las que los clústeres participantes venían trabajando. Fruto de este paso “se identificaron diferentes tendencias de futuro que, en unos casos aceleran las estrategias ya conocidas”, como es el caso de al digitalización, y en otros suponen nuevos retos. El análisis de dichas tendencias concluyó en la definición de 6 ejes estratégicos: competitividad y fortaleza, industrialización, salud y bienestar, sostenibilidad, medio ambiente y energía, internacionalización y desarrollo territorial definidos como aquellos que deben presidir las actuaciones de reactivación que se lleven a cabo.
Visión multisectorial
En paralelo se extrajeron seis palancas: I+D+i, recursos tecnológicos y digitalización, talento y capacitación, recursos económicos y financieros, recursos y recursos patrimoniales que son herramientas imprescindibles para la activación de los ejes. “La matriz conformada por los ejes y las palancas representa el campo de actuación, el escenario donde deberemos movernos para conseguir que las acciones que se pongan en marcha sean eficientes y efectivas”, sostuvo Cobreros, quien deslizó que funciona a modo de “visión compartida”, de esquema conceptual que puede ser consensuado por todos los actores, públicos y privados, y por la sociedad en general, “con el objetivo común de conseguir como resultado una Comunidad más competitiva, más resiliente y más atractiva”.
El objetivo último y primordial de este equipo de trabajo ha sido el de aportar la experiencia y la reflexión desde la visión de los clústeres participantes. De este modo, muchas de las aportaciones están interrelacionadas en un documento que es multisectorial.
Entre las medidas, la gerente del clúster CBECYL (Bienes de equipo), Ruth Escolar, enumeró la creación de programas de formación gerencial y estratégica dirigidos a pymes, aumentar el tamaño de las empresas, impulsar la I+D+i y un apoyo urgente a la digitalización, con la puesta en marcha, en un horizonte de dos años, de acciones públicas y privadas que favorezcan esta herramienta. También citó la necesidad de planes de internacionalización y mecanismos financieros para favorecer la exportación.
En materia de salud y bienestar compartieron intervención las gerentes del clúster Biotecyl (clúster de Salud) y Sivi (Soluciones innovadoras para la vida independiente), Victoria Pérez y Mónica Aceves, respectivamente. La primera de ellas citó algunas de las propuestas paridas en el seno de los socios de esta organización, que se basan en la colaboración público-privada “para llegar de forma más ágil a la sociedad y ayudar al tejido regional”.
Por ello, pidió una adecuación del sistema sanitario a esta nueva etapa que se abre, con un impulso “al telediagnóstico, teleasistencia y telemedicina”, tres aspectos que “serán más relevantes tras el COVID-19, más si cabe en el medio rural”. Por ello, reclamó formar a los profesionales en estas materias y también a los usuarios. En conclusión, se trata de crear una plataforma pública de capacidades diagnósticas y de elementos y equipos para ajustar necesidades de abastecimientos o de uso de infraestructuras existentes. También habló de “posicionar a Castilla y León como centro de los grandes ensayos clínicos europeos”, mediante apoyo al personal investigador del área de la salud.
Por su parte, Aceves abordó una de las medidas en las que más conexión tienen los cinco clústeres, la mejora de la calidad de vida a partir del entorno construido, sobre el que se hizo especial hincapié tras el confinamiento. Por ello, proponen una edificación responsable que incluya una nueva normativa o beneficios fiscales o un protocolo de recomendaciones a la hora de este tipo de construcciones, que tengan en cuenta las aportaciones y criterios desde el punto de vista de la salud y el bienestar de las personas. También reclamó una estrategia para la “tercera juventud”, dirigida a mayores de 65 años.
Por último, la gerente de Cylsolar (Energías renovables), María Jesús Jiménez, profundizó en esta materia, para el que pidió el desarrollo de una estrategia regional de energías renovables, así como el diseño y aplicación de herramientas para aplicar la economía circular en sectores tradicionales y formación de ésta en las pymes. También demandó una actualización del Plan de Rehabilitación y su adecuación a las estrategias europea y nacional sobre la descarbonización de los edificios. Para ello, el clúster propone adaptar el parque en siete años. Y para concluir, abogó por apoyar la movilidad eléctrica sostenible en el medio rural.