Entre las sombras de los pinos se proyectará la luz del arte sin más limitaciones que su compromiso con el medio ambiente, el mismo que ha impulsado las primeras acciones de la Asociación Sierra Alternativa y que está en su ADN. Además de limpiar el monte, quieren embellecerlo y buscar un impacto turístico que potencie Quintanar y sus alrededores con una ruta circular de 5 kilómetros jalonada por las creaciones que donen los vecinos.
BosqArte, como se ha bautizado este proyecto, supone también un reto para los artistas, profesionales o aficionados, de todas las edades. No hay temática ni disciplina establecida, porque ni la imaginación ni la naturaleza tienen fronteras. Tampoco se alterará el medio, aclara Mada Olalla, promotora de la asociación. «La ruta ya está hecha, no vamos a tocar nada en el monte», recalca, si bien se trata de un camino bastante desconocido incluso para los propios quintanaros, que parte de los depósitos y llega hasta campo La Cima. Una ruta «sencilla» y circular para recorrer en familia, que este verano sumará otro atractivo.
La fase de donación de obras finalizará el 30 de junio. Escultura, pintura, orfebrería, muebles reinterpretados... El único requisito es emplear materiales no contaminantes y en la medida de lo posible reciclados, como madera, corcho, pintura acrílica, piedras, lana, telas, cuerdas... «Queremos involucrar a toda la población.Tan válidas son las manualidades de un niño como las de un señor de 100 años», apunta para reconocer que tampoco vendría mal que algún artista de prestigio se animara a donar una de sus creaciones para que luciese junto a las de vecinos anónimos. Un motivo de orgullo para el pueblo que además actuaría como escudo frente al vandalismo.
BosqArte no es la primera actividad de Sierra Alternativa, aunque sí la de mayor dimensión pública en poco más de un año de vida.Este fin de semana han repetido su colaboración en el reparto de las 1.000 petunias que el Ayuntamiento de Quintanar de la Sierra adquiere todos los años para embellecer las calles. En 2020, debido a la pandemia, recorrieron el pueblo con un megáfono. Este año pidieron voluntarios para la plantación y les entregaron las flores el domingo.
También han organizado jornadas de limpieza en Revenga y en la zona del cámping, en las que han participado desde alumnos del colegio Vera Cruz hasta el párroco de Quintanar de la Sierra, José Álvarez. Les gustaría poder abarcar otras iniciativas y avanzar con más rapidez pero faltan manos. «Somos pocos», reconoce Mada Olalla, que además ve la pandemia como un obstáculo. «Ya es una comarca cerrada y con un virus de por medio, el miedo se agudiza», explica. Pero el tiempo y la campaña de vacunación soplan a favor, por lo que ya trabajan de cara al verano y en colaboración con el Ayuntamiento para organizar una Semana Cultural que acabaría con la primera Noche Blanca de Quintanar. A la luz de la luna y de los pinos.