Tres años después, las obras de ejecución de la A-12 en suelo burgalés vuelven a ser una realidad. A principios de 2018, el único operario destinado en el enlace Burgos-Ibeas de Juarros abandonó sus labores, y desde entonces la construcción de esta autovía ha estado prácticamente abandonada. Sin embargo, el pasado mes de marzo arrancó la construcción del tramo entre Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) y Villamayor del Río, ya en Burgos. La pandemia, precisan desde el Ministerio de Transportes -anteriormente Fomento-, unido a los siempre lentos inicios de los proyectos, han ralentizado algo la ejecución durante los doce primeros meses, y la obra se encuentra en estos momentos al 6,3%. Pese a ello, se espera que una vez que se han completado los primeros pasos la UTE adjudicataria coja velocidad de crucero y los trabajos se aceleren a lo largo del próximo verano.
De los 14,4 kilómetros de autovía que se construirán ya se han completado las labores de desbroce de traza en 9,5, mientras que el movimiento de tierras es continuo a lo largo de prácticamente todo el recorrido. Multitud son los camiones que recorren buena parte de la longitud del tramo, especialmente en los enclaves donde ya se afanan en erigir dos viaductos: el río Villar Medio y el San Julián. Este último, en suelo burgalés -a los pies de Castildelgado, junto al Camino de Santiago y la N-120- es la estructura que más avanzada está de todo el proyecto. La UTE ya ha iniciado las labores de cimentación de los pilares y han comenzado incluso a elevar uno de los estribos a un lado del riachuelo. Además, ya se ha marcado desde este punto hasta Santo Domingo de la Calzada el recorrido de la futura vía de comunicación mediante banderines.
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