Gaspar Campos se incorporó al Burgos CF una vez iniciada la temporada, después de incluso haber debutado con el Sporting, club al que sigue perteneciendo. Celebra el buen inicio que ha protagonizado el conjunto blanquinegro y repite con insistencia las palabras «trabajo» y «humildad». Ya ha marcado dos goles, lo que ha aumentado su confianza, algo de lo que no andaba sobrado en Gijón en los últimos meses. Asegura ser «feliz» en Burgos y entiende que finalmente la entidad asturiana se decantara por la cesión. Es más, cree que le ha venido «bien» salir, ya que se encontraba «un poco atascado». Cambiar de aires y de club le ha permitido «liberar la mente».
El equipo es tercero, aún no ha perdido y viene de ganar sus tres últimos partidos. ¿Qué más se puede pedir?
Al final lo que hay que hacer es trabajar mucho, entrenar y mantener la humildad como hasta la fecha. De esta forma es cómo se consiguen los resultados que hemos obtenido en las once primeras jornadas.
¿Cómo lleva esta nueva etapa de su carrera deportiva?
Las primeras semanas me estuve adaptando al equipo y a las nuevas circunstancias. El vestuario y el cuerpo técnico me acogieron muy bien desde el primer día. Me han ayudado mucho desde mi llegada y ahora que estoy completamente adaptado llegan esos buenos resultados tanto colectivos como individuales. Cuando llegas cuesta asimilar algunos conceptos, pero cada día he ido mejorando en este aspecto y no hubo demasiado problema en ser uno más.
¿La adaptación se lleva mejor con los goles?
Sí, porque además desde septiembre del año pasado no marcaba y es una ayuda porque aumenta tu confianza y vuelves a creer en ti. Espero que lleguen más goles.
Hizo la pretemporada con el Sporting, llegó a debutar en Liga, pero acabó cedido en el Burgos. ¿Fue un verano complicado?
Casi te diría que me vino bien salir del Sporting porque estaba un poco atascado. Es bueno estar un año fuera, aprender en otro club, en otra ciudad y darle normalidad al fútbol, que quizás fue lo que me faltó el pasado curso. Viendo cómo acabé la temporada y cómo estuve antes de que comenzara la Liga me podía esperar una cesión. Lo único es que me lo comunicaron tarde. Soy exigente conmigo mismo y creo que podía haber dado mucho más en esos últimos meses. Salir cedido sabía que podía ser una opción.
¿La cesión supone un reseteo a todos los niveles?
Creo que sí. Un cambio de aires, otra mentalidad, otro estadio, otro club, ver caras nuevas… Eso te ayuda a liberar la mente. Estoy muy contento aquí y con ganas de hacer un buen año.
¿La mejor versión de Gaspar está por llegar?
Creo que puedo aportar mucho más al equipo y espero que con el tiempo lo consiga, porque aún queda un mundo hasta el final de la campaña.
¿La buena dinámica del equipo y su solidez hacen que los jugadores de ataque sean más atrevidos?
Al final la confianza te permite que puedas hacer más cosas sobre el campo.
(La entrevista completa, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)