Fue a principios del pasado mes de diciembre, con la Cumbre del Clima celebrada en Madrid como escenario, cuando miembros de la Oficina Verde de la UBU entraron en contacto con los responsables de Hoop Carpool. La aplicación móvil para compartir coche dirigida a empresas e instituciones académicas no era una herramienta circunscrita a las grandes urbes o campus. La idea convenció a la entidad local, que quiere ponerla en práctica en la capital, ya sea para las instalaciones de San Amaro o la Milanera como para las del Vena.
El director de la Oficina Verde, Luis Marcos, reconoce el auge del uso de la bicicleta, plasmado en que los aparcabis siempre están llenos aunque su número siga aumentando. También asegura que el hecho de ser una ciudad pequeña propicia los desplazamientos a pie y no olvida el transporte público, que "no funciona mal" aunque todo es mejorable. Sin embargo, subraya que se da un buen número de trayectos en vehículos en los que solo viaja una persona, respondiendo así a un realidad tras la que puede haber numerosos motivos.
Marcos deja claro que el objetivo prioritario en la apuesta de la institución por una movilidad sostenible es que los turismos "se dejen casa", si bien no es ajeno a la presencia de estos en el campus y cree conveniente "explorar la posibilidad" de compartir su uso, algo que por otro lado está muy extendido entre los universitarios a través de plataformas como Blablacar para recorridos de mayor distancia. Además, señala que el proyecto no solo está abierto a estudiantes, profesores o personal de Administración y Servicios, sino a todos los usuarios de las instalaciones académicas, que no son pocos. Y es aquí donde pone algunos ejemplos: las personas que acuden a las actividades abiertas de UBUVerde, a las deportivas, los cursos no reglados, a una conferencia o un concierto, los participantes en el programa de la Universidad de la Experiencia o las acciones que desarrolla la asociación de antiguos alumnos de la institución.
Los beneficiarios pueden ser múltiples y de ahí que se haya decidido lanzar la iniciativa, que ya está implantada en otras instituciones académicas del país. Para ello, esta semana se ha realizado una presentación de la misma en la Facultad de Ciencias Económicas. "Es una aplicación que no tiene coste económico y que fomenta el uso compartido desde una perspectiva ambiental, que para nosotros es muy significativo", señala.
A ese ahorro de emisiones, se suma potenciar las "relaciones sociales" y el beneficio económico de los desplazamientos para ambas partes. Los cálculos hechos por la Oficina sitúan en más de 1.000 euros al año lo que podrán ganar los conductores que "llenen sus asientos vacíos" y una hora de tiempo al día los pasajeros. "Juntos ahorrarán una toneladas de CO2", manifiesta Marcos, al tiempo que avanza que el proyecto va acompañado del reparto de árboles para plantar en los campus de la Milanera y del polígono docente del Vena.
Desde la institución académica, se anima a los miembros de la comunidad universitaria a probar la aplicación para darla a conocer. El primer viaje será gratis y por cada cinco trayectos compartidos se obtendrá otro sin coste.