Activismo burgalés por las matemáticas

L.M.
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Nicolás Atanes es un ferviente defensor de esta materia y se ha reunido con políticos para tratar de impulsar un cambio a nivel educativo. En Twitter tiene más de 3.300 seguidores

Nicolás empezará este año el Bachillerato Internacional. - Foto: Alberto Rodrigo

Aunque siempre sintió curiosidad y cierta facilidad para comprender, manejarse y aprender mediante los números, el origen de la pasión de Nicolás Atanes Santos por las matemáticas tiene una fecha muy marcada: en sexto de Primaria fue el único alumno de su clase en dar con un error que impedía resolver un problema. «Me di cuenta que se me daban bien, que me gustaban y que sentía curiosidad por relacionar lo que damos en el colegio con otros temas de la vida cotidiana», apunta.

Lo que para algunos es todo un quebradero de cabeza, para este joven burgalés lo es todo. «Me gusta ver la demostración, el por qué se resuelve de una manera y no de otra», indica. «Considero a las matemáticas una asignatura muy importante, tienen una utilidad enorme ya que se emplean en muchos ámbitos de la vida cotidiana», explica Atanes, nacido hace 16 años en el ya derribado HospitalGeneralYagüe. Con tan solo uno se trasladó junto a sus padres a Pamplona, donde actualmente reside, aunque confiesa que visita con bastante asiduidad la capital para estar cerca de sus abuelos.

Tal es su pasión por las matemáticas que, en un intento por tratar de visibilizar la materia y transmitir sus impresiones sobre el sistema de enseñanza, se reunió con el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio. Dado el paso, ha remitido una carta para poder conversar también con su homólogo en Navarra y espera poder hacerlo también con la titular de Castilla y León. «Para motivar haría clases más prácticas; pasar de aprenderse fórmulas de memoria para tratar de comprender el por qué de los pasos que se han de seguir.Si se demostrasen las cosas con lógica creo que las matemáticas serían más entendibles», afirma.

En un intento por trasladar esta dinámica a su vida, ha creado una cuenta de divulgación en Twitter, @VirusMatematico, que sirve de apoyo a la suya personal, @ZoyNiko, donde suma más de 3.300 seguidores. A diario actualiza con publicaciones sobre personajes históricos de la materia o acertijos.

En septiembre, si la covid-19 no lo impide, comenzará a estudiar el Bachillerato Internacional, aunque con el punto de mira puesto en la universidad y la carrera de, por supuesto, Matemáticas. «Me encantaría cursarlas en Princeton (Estados Unidos).Ya me he puesto en contacto para ver los requisitos, aunque tampoco descarto la Complutense o la Autónoma», confiesa. Entre la faceta investigadora y la docencia, Atanes se decanta por lo primero, sin cerrarse a ninguna rama. «De pequeño quería ser profesor pero ya no.Dar Matemáticas a alumnos a los que no les gusta y que carecen de motivación no me gustaría», asegura. 

A su juicio buena parte de ese rechazo inicial que los jóvenes tienen por los números viene radicado en la forma de enseñarlas, es decir, en la planificación académica. «Los profesores tienen que impartir un curriculum cerrado del que no se pueden mover, un temario concreto que no permite salirse mucho de lo previsto», apunta.