Aspirantes en apuros

Á.O.
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El Hereda San Pablo y el Movistar Estudiantes encaraban la temporada como claros favoritos al ascenso directo junto al MoraBanc Andorra, sin embargo, ninguno ha estado a la altura ante sus rivales directos. Hoy se ven las caras en el Coliseum

A la izquierda: Toms Leimanis protege la pelota ante Alex Wintering, del Zunder Palencia. / A la derecha: Luka Rupnik es el jugador más valorado de la plantilla del Hereda San Pablo. - Foto: @MovistarEstu y Luis López Araico

En todas las previas de la temporada 2022/23 de la LEB Oro se repetía el nombre de tres equipos como el de los principales aspirantes a conseguir el ascenso: MoraBanc Andorra, Hereda San Pablo y Movistar Estudiantes. Y de ellos, tan solo el equipo del Principado está cumpliendo con las expectativas, pues el bloque burgalés y el madrileño no están siendo capaces de superar al resto de rivales en los enfrentamientos directos. Ambos han perdido cuatro partidos ante los líderes de la clasificación y en varios de ellos no dando una imagen demasiado digna, un hecho que les está impidiendo convertirse en serios candidatos al ascenso.

En el caso del Hereda San Pablo, los fracasos ante rivales que comparten el objetivo del salto de categoría comenzaron en la segunda jornada contra el Real Valladolid (75-61), quinto clasificado; continuaron con la primera derrota en el Colisem, ante el Alicante (98-101), sexto, y ante los dos líderes de la clasificación, el MoraBanc Andorra (83-74) y el Zunder Palencia (84-69); y han tenido su último precedente frente al Força Lleida (85-79), que es el cuarto clasificado. Cinco fracasos rotundos en cinco intentos a los que hay que sumar el inesperado tropiezo ante el Ourense (95-91), que de esta manera, engorda la lista de derrotas a seis.

Esa es, sin duda, una de las tareas pendientes para el recién llegado Curro Segura, que debe encontrar la tecla que permita a su plantilla tratar de tú a tú a los equipos más ambiciosos durante los 40 minutos, algo que hasta el momento no se ha conseguido, ni mucho menos. La única alegría ante un rival de mitad de tabla o superior llegó en el Coliseum ante el Guuk Gipuzkoa Basket, que es octavo, en un partido muy ajustado que se resolvió por 83-74 pero que no sirve para olvidar las crudas derrotas, con tramos de partido vergonzosos, ante los gallitos de la LEBOro.

De esta manera, al Hereda San Pablo solo le falta enfrentarse al propio Movistar Estudiantes para haberse medido a los cinco primeros clasificados de la LEB Oro. El bloque de la capital se encuentra en el tercer puesto de la clasificación habiendo sufrido cuatro derrotas, todas ellas ante rivales por el ascenso a la Liga Endesa. Una balance mejor que el burgalés pero, a todas luces, mejorable.

La plantilla entrenada por Javier Rodríguez debutó cayendo en el pabellón del Lleida por una amplia y sorprendente diferencia de 30 puntos (96-66) que atrajo los fantasmas de la campaña anterior, en la que también partían como candidatos a dar el salto a la máxima categoría, pero en la que finalmente vieron cómo el Basquet Girona de Marc Gasol se hacía con ese honor.

Sin embargo, tras ese tropiezo la reacción fue inmediata: seis victorias seguidas, incluyendo una muy meritoria frente al Real Valladolid en el WiZink Center (81-70), que fue la más importante de ellas y también la única ante los equipos más fuertes de la competición ya que, después, el Movistar Estudiantes perdió frente al HLAAlicante a domicilio (89-85) y frente al MoraBanc Andorra (72-79) en casa.

Dos tropiezos seguidos que respondieron mejorando en sensaciones y en balance, pues ganaron cinco jornadas seguidas. Sin embargo, en su siguiente duelo directo, que tuvo lugar el pasado fin de semana, volvieron a ser incapaces. El Zunder Palencia se impuso con holgura (73-83) en un WiZink Center que ya ha sufrido las mismas decepciones que la temporada pasada, lo cual deja a la vista el mismo problema que sufre el Hereda San Pablo: ninguno ha sido capaz de competir y de ganar ante sus rivales directos por el ascenso.