El proyecto ‘Huertos sostenibles contra la despoblación’ que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Covarrubias no vendrá a resolver el grave problema de la despoblación, pero será un primer grano que ayude a hacer granero y un elemento dinamizador y socializador que se verán implementado con otras acciones. 

El Consistorio ha dejado en manos del concejal de Despoblación, Medio Ambiente y Desarrollo Rural José Ignacio Barbadillo, la gestión de los huertos, que se ubican en un terreno que era de titularidad privada y que ha arrendado el Ayuntamiento, junto al camping municipal. La parcela tiene una superficie aproximada de 3.319 metros cuadrados, y ya hay hasta una quincena de apuntados que ya tienen huerto asegurado, y otros tantos más apalabrados, y es que el Ayuntamiento adjudica los huertos en función del orden de inscripción. José Ignacio afirma que no habrá problemas para que todos los huertos tengan  propietario, porque a los ya apuntados se sumarán muchos usuarios del camping que pasan una buena temporada en las instalaciones y cogerán seguro. El precio para los empadronados es de 100 euros y 120 para los que no lo están en la villa.

Son 50 los huertos parcelados, de unos 50 metros cuadrados cada uno, y Belén Gómez ya sueña con su trozo para plantar  tomates, sobre todo tomates, que la apasionas, y fresas. Es camarera en el restaurante Galín y, pese a que tiene un horario bastante rígido, decidió apuntarse al proyecto, primero por tener la posibilidad de trabajarlo, plantar lo que a ella le apetece y comer sano. Además, entiende que sacar tiempo para dedicarlo a esta actividad será beneficioso mental y físicamente para ella. Belén no ha cogido una azada en su vida, pero está dispuesta a aprender y, sobre todo, a dejarse aconsejar y enseñar por su tío. 

Belén Gómez, propietaria de un huerto: «No tengo ninguna experiencia, pero me hace ilusión comer mis propios tomates y fresas». - Foto: Luis López Araico

Ella es residente en Covarrubias, pero el proyecto no es exclusivo para los empadronados, deja claro José Ignacio; todo lo contrario, está abierto a todo el que quiera e, incluso, de otras localidades, y no solo personas individuales, sino asociaciones, centros educativos y entidades sin ánimo de lucro. De hecho, el colegio de la villa también se ha apuntado; eso sí, hay que cumplir una serie de condiciones,  derechos y deberes que están recogidos en la ordenanza reguladora publicada hace un par de semana en el Boletín Oficial de la Provincia.

El objetivo es proporcionar a todos los hortelanos espacios libres alternativos que les permitan realizar actividades físicas y mentales en contacto con la naturaleza, mejorando su calidad de vida y fomentando una alimentación saludable, dice Barbadillo; otros objetivos son contribuir a aumentar la oferta de ocio para la población; reforzar la idea de comunidad, fomentando la convivencia y la solidaridad; fomentar la relación intergeneracional a través de la transmisión por parte de los mayores a los más jóvenes, y viceversa, de las tradiciones populares en materia agrícola y ganadera, cultural y social, así como de nuevas formas de hacer las cosas, en este caso, de los jóvenes a mayores; contribuyendo a fijar conocimientos y valores; proporcionar una alternativa para aquellas personas que quieran desarrollar actividades de horticultura ecológica; incentivar el compromiso personal ante los problemas ambientales y contribuir a mitigar la despoblación atrayendo a personas interesadas en residir en el municipio. El propio concejal para la Repoblación, el Medio Ambiente y el Desarrollo Rural, es un ejemplo de ello. Hace 6 años decidió venirse a Covarrubias después de algún tiempo residiendo en Senegal donde estaba desarrollando un proyecto de ingeniería en este tipo de proyectos hortícolas.

Los huertos, como no puede ser de otra manera, será ecológicos. El Ayuntamiento les deja preparados  con el suelo fértil y agua para el riego subterráneo -cada parcela tiene su propio grifo-, que ya está realizado; el almacén para las herramientas y otros enseres, que ya se ha construido con palés reciclados, así como el vallado perimetral de la totalidad de la finca, que también se ha completado. El Ayuntamiento se encargará del correcto mantenimiento de los servicios comunes para los usuarios y promoverá el funcionamiento de una comisión de coordinación  que pretende completar el cultivo de los huertos con talleres formativos -de poda, de agricultura ecológica...-, charlas y otras actividades diversas. Además, el proyecto hortícola se completará con un gallinero en el que se crie la gallina castellana y toda la producción de huevos se repartirán entre los propietarios de los huertos y se instalará una zona de sombra de madera con un diseño muy original.

El proyecto no es exclusivo de Covarrubias, al ser una iniciativa subvencionada dentro de un proyecto mancomunado, forman parte del mismo las localidades de Retuerta y Cornejo. El edil explica que en cuanto se termine de montar el de Covarrubias, prepararán los huertos en ambos pueblos, para lo que cuentan con la ayuda de Viveros Gallo.