Cinco años después de que las últimas Carmelitas Descalzas cerraran con llave la que fue su casa de clausura durante más de cuatro siglos, las puertas del Monasterio de La Madre de Dios de la Encarnación o del Carmen, de Lerma, comienzan a entre abrirse de nuevo y lo harán de la mano de seis empresarios locales que ha decidido hacerse con este impresionante inmueble y sus terrenos. Se trata de una parcela de unos 13.000 metros cuadrados con varias edificaciones que ocupan 3.000 metros, generando una superficie construida de casi 7.000 en plantas, y una huerta de 10.000.

Apesar de estar fuera del considerado casco histórico, está en la parte baja, al pie de antigua N-I y frente al Arco de la Cárcel, este convento del siglo XVII está considerado uno de los edificios religiosos importantes de la villa, aunque no está declarado bien de interés cultural (BIC). Este monasterio tiene un gran valor sentimental para muchos lermeños, que han crecido con el tañer de sus campanas, entre los que se encuentran los seis que integran la sociedad Monasterio de Lerma, que ha adquirido este complejo por el que se habían interesado algunas empresas.

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