La temporalidad tiene una especial incidencia en el mercado laboral mirandés desde hace años. Sin embargo, durante el último ejercicio se han mejorado las estadísticas previas y, de hecho, la ciudad del Ebro ha sumado más de 2.000 nuevos contratos indefinidos en apenas 12 meses. De ellos, solamente 14 están relacionados con personas con discapacidad, mientras que 2.171 son vinculaciones ordinarias. Asimismo, también se han registrado un total de 758 conversiones durante 2022.
Ahora bien, la inmensa mayoría de los nuevos contratos firmados en Miranda todavía se corresponden con las circunstancias de la producción, las sustituciones o vinculaciones temporales de individuos con discapacidad. Entre estas tres categorías, alcanzan los 5.010 empleos generados. Eso sí, pese a que esta modalidad de incorporación sigue resultando elevada, lo cierto es que se ha dado un aumento de la estabilidad laboral en la ciudad. En este sentido, durante 2021 se registraba un solo contrato indefinido por cada 7 temporales, mientras que en el último ejercicio hubo 2 por cada 5, respectivamente.
Asimismo, la tercera tipología con la que se ha cerrado un mayor número de empleos fue la de contratos por obra o servicio. En esta categoría ha habido algo más de 200 trabajos. Por su parte, la financiación a través de los fondos europeos, según los datos que manejan en el SEPE, únicamente ha llegado a 4 contratos. Con todo, sumando estas modalidades principales y otras tantas minoritarias, en Miranda se han superado los 8.300 nuevos contratos durante 2022.
Se trata de una cifra ciertamente elevada y, en buena medida, está causada por algunos sectores económicos concretos. Por ejemplo, en el ámbito de la metalurgia, con su diferentes variantes, se han cerrado cerca de un millar de incorporaciones. De esta manera, las empresas del metal han generado más del 11% de los nuevos contratos durante el último curso. Sin embargo, pese a sus buenas cifras, se encuentra un poco alejada del mercado que más ha impulsado el trabajo en Miranda: la hostelería.
Los bares y restaurantes han contratado a 1.412 personas en apenas 12 meses. Por tanto, casi el 17% de las contrataciones cerradas en 2022 han dependido de este sector. Con ello, sumando la hostelería con la metalurgia, entre los dos ámbitos se han acercado al 30% de los empleos generados en la ciudad delEbro.
Pero esos no son los únicos sectores clave en la economía mirandesa. Las estadísticas del Servicio Público de Empleo muestran que la logística ha logrado reunir más de 900 contratos en 2022. Igualmente, el comercio al por menor, del que se excluye a la venta de vehículos, ha superado las 740 incorporaciones durante este último ejercicio registrado.
Unido a ello, la industria agroalimentaria, la construcción de edificios, la fabricación de vehículos a motor y remolques, o el sector educativo también han elevado la cifra de contratos. Entre todos, suman centenares de incorporaciones. Eso sí, se encuentran claramente a bastante distancia del impacto que tienen la hostelería, la metalurgia, la logística y el comercio.
El invierno frena el crecimiento. El año 2022 tuvo un buen resultado en cuanto a la creación de empleo en Miranda. De hecho, el paro medio registrado durante ese curso bajó hasta mejorar los niveles de 2008. Ahora bien, la firma de nuevos contratos tuvo fluctuaciones importantes a lo largo de los diferentes meses. En este sentido, el récord se dio en julio, cuando se sellaron 835 incorporaciones. En segundo lugar, se encontró junio, con 812, y en tercera posición octubre, con 810. Ahora bien, el frío trajo consigo un descenso de la estadística y el invierno contrajo el crecimiento. Así, en noviembre se superaron por muy poco los 530 contratos y en el último periodo del ejercicio, diciembre, se registraron únicamente 523 nuevas vinculaciones laborales.