La Capilla del Sagrario de la excolegiata de Santa María la Mayor de Briviesca, conocida como la joya barroca, presenta un deteriorado estado en su estructura general y en sus frescos que hace que corra peligro y acabe por desaparecer. Aunque las humedades derivadas de las filtraciones de agua hacen que el templo en sí presente unos importantes daños, uno de sus puntos más críticos se ubica en la mencionada estancia.
El párroco de la ciudad, Julián Galerón, asegura que sin una ayuda económica de la Junta no podrán llevar a cabo las actuaciones para rehabilitar las partes más afectadas. «Hace siete años una joven realizó su trabajo de fin de carrera sobre la Capilla y calculó que solo el asentamiento de las pinturas, no la restauración, tendría un coste cercano a 100.000 euros», explica.
El deterioro en las cubiertas del templo, que cerró al culto en 1997 a tras un desprendimiento, permitió que el agua de la lluvia se filtrara en el interior causando importantes daños en varios puntos de las diferentes naves. Sin embargo, estas goteras han resultado especialmente nocivas para la Capilla del Sagrario, teniendo en cuenta que se trata del lugar en el que más contenido artístico descansa, con cantidad de frescos y un importante retablo. Los más afectados, que incluso han llegado a desaparecer en algunas zonas, son aquellos que decoraban las paredes de la capilla y de la cúpula. El retablo también presenta signos de deterioro pero no llega al nivel de las pinturas.
Dado que se trata de una estancia independiente de la parte principal del templo y que ya se realizaron rehabilitaciones en las cubiertas, el sacerdote considera que ve factible llevar a cabo una recuperación separada. No obstante, las amplias dimensiones del espacio precisarían de una importante inversión «rozando los 200.000», según el religioso, así como trabajos durante un tiempo amplio. «Lo que realmente corre más prisa son los frescos, por lo menos intentar conservarlos, aunque lo ideal sería la recuperación total de los daños y de los que la humedad ha borrado», expone.
Asimismo, Galerón confía en que en el caso de llevar a cabo la restauración, la Capilla podría formar parte de un itinerario turístico muy interesante para los amantes de la historia del arte. «Es un templo que no deja indiferente a nadie y creo que podría atraer visitantes a la ciudad», añade. Consciente de que resulta una tarea complicada, el sacerdote se lamenta de que la parroquia briviescana no dispone de la capacidad económica para afrontar los gastos. «Actualmente estamos bajo mínimos. Por eso necesitamos el apoyo económico de la Junta, como en anteriores actuaciones realizadas en la iglesia», aclara.
Hasta el momento, la administración regional ha ejecutado dos obras importantes en Santa María la Mayor, que permitieron consolidar y embellecer el exterior y restaurar todas las cubiertas. La última se remonta al año 2007.