A la búsqueda de un cantinero. Así se encuentran en el Ayuntamiento de Fuentemolinos después de que la persona que gestionaba el bar municipal lo dejase el pasado 14 de enero. Conscientes de la importancia que desempeñan los bares en los pueblos y, al mismo tiempo, de que cada vez cuesta más encontrar a alguien dispuesto a asumir esta labor, en el Consistorio de la localidad ribereña han decidido ofrecer diversos incentivos. Entre ellos, el pago de un canon mensual de 200 euros a quien asuma las riendas de este negocio. El Ayuntamiento de Fuentemolinos también se encargará de abonar las facturas de electricidad y agua que genere este establecimiento y, además, asumirá el coste de un depósito de gasoil al año para la calefacción.

Todo ello con el objetivo de que su bar, que también hace las veces de centro social, pueda reabrir lo antes posible. El local está en la plaza, junto al Consistorio. Cuenta con alrededor de 50 metros cuadrados, dos baños, almacén, dos terrazas y un salón de reuniones de otros 30 metros cuadrados donde los vecinos suelen juntarse ya sea para celebrar alguna que otra merienda, cumpleaños o cualquier evento.

Asimismo, su alcalde, Sergio Martínez, detalla que tienen pensado hacer una cocina, para que quien decida gestionar el bar sume otro aliciente y pueda ofrecer raciones. "A ver si alguien se anima", dice esperanzado, sabedor de que un pueblo sin bar pierde mucha vida. En Fuentemolinos no hay más cantinas, sólo la municipal, que incluye el citado centro social. Martínez asegura que el pueblo tiene cierto movimiento y que quien se anime podrá vivir dignamente. Su idea es firmar un contrato de 1 año.