Eran las doce del mediodía de este sábado y los vecinos de Guzmán ya se habían puesto manos a la obra. Tras maquillarse y conocer el guion del siguiente corto, cuyo contenido no ha trascendido porque "no hay que hacer spoilers", empezaron a grabar. Fuera de escena, un grupo de niñas con el característico maquillaje de los vídeos en defensa de la sanidad que han hecho famoso a este pueblo ribereño, disfrutaban de otra mañana diferente.
Mientras, los adultos estaban metidos en plena acción y la artífice de todo esto, Rosa Guillén, en un descanso del rodaje, reconocía que grababan tres cortos más y que la idea es no parar hasta que se consiga una sanidad rural de calidad. Porque como adelantaba, a ellos ya les han confirmado que van a volver a tener médico, pero justo a la vez que Tórtoles conocía que iba a perder el suyo. Y esto no les vale. Porque saben que el problema que ellos padecen, la falta de médico en el pueblo, afecta a otras muchas zonas rurales. Por eso insisten en su idea de reivindicar con vídeos de cine mudo. Y así lo hicieron ayer, acto seguido volvieron al rodaje entre risas y el buen ambiente que define a un pueblo cuando está unido, pero eso sí, sin olvidar la seriedad de su objetivo: una sanidad rural de calidad.