Kronospan está inmersa en la puesta en marcha de su tercera planta en España, concretamente en Tortosa (Tarragona). Un proyecto de más de 300 millones de euros, levantado en un año y liderado desde Burgos, que situará a la multinacional austriaca como el mayor fabricante de tablero aglomerado de la Península Ibérica. Javier Macicior, director general de la compañía en España, adelanta que la nueva planta en Cataluña no paraliza las inversiones en Castañares y Salas de los Infantes. Es más, añade, Kronospan sigue en su estrategia de atraer más industria maderera a su entorno próximo de Burgos para ahorrar en costes logísticos y ganar en productividad. La inminente conexión por tren con Villafría y el Parque Tecnológico son algunas de las bazas con las que espera contar.
¿El proyecto de Kronospan en Burgos está culminado?
No, todavía quedan muchas cosas por hacer. Seguimos invirtiendo en Burgos, en Salas de los Infantes y también en Tortosa. Tenemos pendiente la puesta en marcha del tren [prevista para septiembre], hemos invertido otros 14 millones en la zona del hammermill (para la trituración del material que llega a planta de Castañares), tenemos más proyectos vinculados a la energía fotovoltaica y estamos estudiando futuras inversiones para la fábrica de Burgos. Esto no se acaba nunca, es un proceso industrial que siempre se puede mejorar, siempre se puede vender más...
La experiencia ha demostrado que están en un emplazamiento industrial ideal.
Está muy centrado en la Península Ibérica, cerca de Madrid y del País Vasco, donde se genera mucho material reciclado. También suministramos desde aquí a Cataluña, Andalucía y Portugal. Es un emplazamiento muy bueno.
Javier Macicior, director general de Kronospan España. - Foto: ValdivielsoLa fábrica de Burgos también ha sido el modelo para la de Tortosa, que está a punto de arrancar.
Sí, es una copia de la de Burgos, pero mejorada, porque se construye desde cero, lo que facilita los flujos de producción. Es un poco más grande, pero, básicamente, se va a hacer lo mismo que en Burgos.
¿La activación del proyecto en Cataluña cambia su estrategia en el sur de Europa?
Kronospan va a ser el mayor fabricante de tablero aglomerado melamínico de la Península Ibérica. Hemos crecido mucho en el mercado portugués y también en el francés. Además, estamos desarrollando el mercado americano, especialmente México, donde hemos instalado un gran almacén que acaba de entrar en funcionamiento.
¿Tortosa, complementa, suma o resta a Burgos?
Siempre suma. Ahora se nos ve como una potencia del tablero en España, aunque tenemos competidores muy fuertes y muy buenos. Todo el mundo quiere estar con nosotros y eso siempre suma. Tortosa nos permitirá un montón de ahorros en logística, tanto en la entrada de material reciclado como en la salida de producto terminado. Todo Cataluña, Levante y Aragón se podrán atender desde aquella fábrica con un coste logístico mucho más pequeño que desde Burgos. Luego queda Portugal, Madrid, País Vasco y Andalucía desde Burgos. Hay mercado suficiente para las dos plantas.
¿Usted dirigió la obra de Tortosa?
Sí, aunque Kronospan cuenta con sus técnicos, que aportan los conocimientos de todas las fábricas de la multinacional. La sede de Kronospan en España seguirá en Burgos, aquí tenemos los departamentos financiero, comercial y de compras, aunque haya también gente allí.
La sede de Kronospan se mantendrá en Burgos»
¿Qué va a suponer la conexión de la planta de Castañares por tren?
Nosotros sacamos unos 80 camiones diarios de mercancía y entran entre 120 y 140 de material reciclado. Nuestra idea es reducir un 20% este tráfico. Todo lo que podamos pasar a tren será para mejor, mucho más sostenible, más económico, nos permitirá exportar más y ser más competitivos. Dentro del mercado nacional es complicado tener clientes con tren, pero para ir a puerto y sacar mercancía al resto de Europa nos va a venir muy bien. Lo más caro del ferrocarril es cargarlo y descargarlo, los trayectos tienen que ser de más de 300-400 kilómetros para que empiecen a ser rentables. En este sentido, nosotros vamos a exportar por contenedor vía Algeciras.
La apuesta por los corredores ferroviarios es clave en su estrategia. ¿Cómo valora el debate que se ha generado por la ausencia de Burgos en los nodos estratégicos?
Para nosotros son muy importantes los puertos mediterráneos y los del norte, también Algeciras. Si tuviésemos el Corredor Central (por Aranda) ganaríamos mucho. Hay que reabrir Somosierra, esa es la clave. Todo lo que se abarate por esta línea nos vendría muy bien. Incluso si se genera más tráfico de mercancías al País Vasco nos vendría mejor porque se abarataría el uso del Directo. En Tortosa está pendiente el acceso por tren, pero cerca está el Corredor Mediterráneo con la vía de ancho europeo, lo que dará mucho juego.
¿La clave sur del Corredor Central está en Marruecos?
Sí, para nosotros es muy importante. Solemos atender a este mercado desde los puertos del Mediterráneo (Tarragona) con vistas no solo a Marruecos sino también Túnez y Egipto, nuestros mercados más fuertes. Argelia también lo era, pero la situación geopolítica con España nos ha perjudicado bastante.
¿La conexión ferroviaria con Villafría facilitará la atracción de empresas en torno a Kronospan?
Nosotros siempre buscamos que se implanten grandes industriales cerca de nuestras fábricas, sobre todo para reducir los costes logísticos del camión. Intentamos adquirir terrenos cerca para posibles clientes y en Burgos siempre estamos dispuestos.
Hay que reabrir Somosierra, con el Corredor Central ganaríamos mucho»
Javier Macicior
¿Hay suelo disponible en el entorno de Castañares?
Es un problema que hay en Burgos y en el resto de España. De hecho, elegimos Tortosa para la nueva fábrica porque no había ningún otro terreno disponible suficientemente grande ni en Cataluña ni en Levante, aunque sí en Aragón. En Burgos hay escasez de suelo industrial. Si aparece un inversor con prisas, con suerte tendrá que esperar entre 2 o 3 años para encontrar suelo. Es necesario tener suelo clasificado como industrial disponible, aunque no esté desarrollado. No se pueden perder estas oportunidades. Nosotros pusimos la primera zapata de la nueva fábrica en marzo del pasado año y a primeros de marzo de este año hicimos el primer tablero. Ahora estamos en las pruebas de puesta en marcha. Es decir, hemos puesto en marcha la fábrica en un año porque era un suelo habilitado para una instalación industrial. Kronospan busca suelo en el que nos puedan dar licencia de obra en 15 días.
Eso en Burgos no abunda...
Para las dimensiones que baraja Kronospan es imposible. Jugamos con un mínimo de 25 hectáreas. Nuestra manera de actuar es muy ágil una vez adoptadas las decisiones.
¿Les interesa disponer de suelo en el Parque Tecnológico?
Siempre estamos disponibles, pero es una decisión que no nos corresponde. Es la Junta de Castilla y León la que calificará este suelo y su futuro uso como tecnológico o industrial. Creo que el Tecnológico es una oportunidad fantástica para alguien grande del sector maderero.
¿Tienen en proyecto instalarse en la ampliación de Villafría?
Trabajaremos con las empresas logísticas que se instalen allí, sobre todo para la carga de los contenedores hacia Algeciras. No creo que adquiramos suelo en la ampliación, aunque lo estamos estudiando.
¿La pandemia ha consolidado al tablero aglomerado como material multiuso universal?
La pandemia, desde un punto de vista estrictamente económico, ha sido positiva para nuestro sector. Vivimos la crisis sanitaria con una incertidumbre muy grande. En los dos meses siguientes tras el estado de alarma, Castañares y Salas trabajaron una semana cada una. Teníamos instrucciones de trabajar para mantener la tesorería y no ahogarnos. Los stocks bajaron mucho, pero en agosto de 2020 vimos que los pedidos no dejaban de entrar y arrancamos el máximo tiempo posible. Entre septiembre de 2020 y julio de 2022 hemos trabajado muy bien. La caída fue muy drástica y nos asustamos, aunque se ha recuperado la demanda..
¿Ya han recuperado la normalidad?
Se va recuperando. Nos va muy bien en el tablero aglomerado y mal en el MDF, una situación anómala que esperemos se normalice.
No tiene sentido esperar 9 o 10 meses para lograr la licencia para una inversión»
Sus referentes son los sectores de la construcción y la reforma. ¿Cómo ve su evolución?
Están subiendo. La reforma es básica para nosotros y con la pandemia se ha notado. Se han comprado muebles, se han puesto cocinas...
¿Descartan aplicar el ERTE que solicitaron en su día?
Lo hemos aplicado más en la fabricación de MDF (Salas) que en la de aglomerado para ajustarnos a los vaivenes de la demanda. A la espera de ver la evolución en los próximos meses, en Burgos no lo aplicamos.
¿Kronospan es una fábrica limpia?
Sí. Somos economía circular cien por cien. Fabricamos un material elaborado con madera reciclada, es ecológico y vale para todo tipo de muebles. La producción en Burgos es sostenible, aunque consumimos un 4% de madera que sobra de la fabricación de tableros MDF en Salas de los Infantes. Desde que Kronospan asumió las instalaciones de Interbon, se instaló un filtro de partículas electrostático en la salida de emisiones. Si ese filtro no funciona más allá de una hora, paramos la producción para no emitir. Nuestras emisiones se encuentran en la zona baja de los parámetros permitidos. Asimismo, nuestra energía es cada día más verde. Tenemos todas las cubiertas con placas fotovoltaicas y estamos inmersos en la construcción de varios parques fotovoltaicos. Nos gustaría estudiar la posibilidad de instalar aerogeneradores... Estamos totalmente comprometidos con el medioambiente. Este compromiso supone una inversión importante, pero siempre es asumible.
¿Siguen necesitando más gestión de los montes?
El tablero MDF que se fabrica en Salas necesita madera natural. Necesitamos las primeras y segundas claras de los montes y es cierto que la gestión forestal en Castilla y León es muy buena. Los montes aquí están mucho más limpios y, aunque el verano pasado fue excepcional, se queman mucho menos que en otras regiones. La Junta debe seguir en esa línea porque, lo primero, es bueno para el monte y cada vez hay más monte. Nuestra política pasa por plantar un millón de árboles cada año. La demanda de madera, que subió muchísimo tras la pandemia, ha bajado y ahora hay disponibilidad para todos. Es importante seguir extrayendo madera del monte.
¿Van a crear empleo?
A corto plazo, montaremos una pequeña fábrica dentro de Castañares e incrementaremos los puestos de trabajo. En Castañares somos 293 empleados, más 88 con los camiones; en Salas sumamos otros 108. Seguimos invirtiendo y creciendo en Burgos.
Vamos a montar una pequeña fábrica en Castañares y generaremos más empleo»
¿Cómo se ve desde la dirección de Kronospan el desarrollo de Burgos?
Burgos está muy industrializado y, por eso, atrae más industrias. Jugamos con ventaja, pero esa ventaja no se puede perder y todos tenemos que ser conscientes de ello. Es más fácil poner una fábrica donde hay más industrias auxiliares que pueden venir bien. Para nosotros fue más fácil instalarnos en Burgos que en Salas, porque aquí dispones de equipos de mantenimiento y especialistas, entre otros.
¿Lo de perder ventajas puede venir por las comunicaciones?
Estamos bastante bien comunicados por carretera y el tren es muy importante. El desarrollo del Corredor Atlántico siempre va a ayudar, aunque algunos piensen que no todas las empresas necesitan este servicio. Si hay más empresas se genera un círculo que alimenta la atracción de más empresas. A Kronospan le beneficia que haya más capacidad industrial, más talento...
¿Ve otras dificultades?
La Administración es muy lenta, en Burgos es mucho más fácil levantar una fábrica que conseguir permisos para hacerlo. Eso no puede ser. Una vez aprobada la inversión empieza la pelea por las licencias y eso es algo muy mejorable.
¿Hay diferencias de tiempos con otros municipios?
Sí y brutales. Me gustaría aclarar que no es lo mismo la Junta de Castilla y León, con la que trabajamos con agilidad, que el Ayuntamiento de Burgos. No tiene sentido que si se presenta una autorización ambiental con todos los datos de la inversión se requieran entre 9 o 10 meses de estudio cuando solo se necesitarían diez días. No entiendo que estemos esperando año y medio. Si hay mucha cola para licencias en el Ayuntamiento se ponen soluciones e intentamos agilizar, en la empresa privada ponemos soluciones. Es algo que no solo pasa en España: cuanto más desarrollado es un país, más dificultades. Son inversiones multimillonarias; no entiendo los tiempos de espera. Tenemos que ganar en agilidad, siendo totalmente garantistas. No pedimos que se salten procesos, sino que se agilicen inversiones que van a generar empleo y actividad.