Quedan menos de dos semanas para las fiestas de San Pedro y San Pablo y los feriantes están inquietos ante el traslado del recinto ferial al polígono de Villalonquéjar IV. Toca decidirse si instalarse o no y al menos media docena de ellos han trasladado ya su renuncia tras hacer números. La asociación que han creado recientemente para aglutinar al colectivo busca otros profesionales para completar la totalidad de puestos, unos 76.
La lejanía con el casco urbano frente a la ubicación anterior en el polígono docente y el aumento de gastos al tener que instalar generadores de luz tanto para las atracciones como para sus caravanas hace que en algunos casos las cuentas no salgan. «Los feriantes están desilusionados. Las renuncias se deben a la incertidumbre de si van o no a ganar dinero. Hay que estar las 24 horas conectado a un generador y al precio que está el gasoil...», aseguró Ángel Gutiérrez presidente de la Asociación de Feriantes de Castilla y León.
El representante regional del colectivo insiste en que Burgos es una de las capitales de provincia más importantes de la región y se merece una feria digna. Existe mucho temor entre el colectivo por el cambio de ubicación. «Las atracciones de adultos pagarán unos 2.000 euros por el sitio y las pequeñas, 1.200 euros más el generador. Tienes ya unos gastos de 4.000 euros y es mucho dinero. Al precio de tres euros la ficha de las atracciones infantiles, se tienen que montar 3.000 niños para hacer 3.000 euros», añadió.
Dentro del colectivo hay quien prefiere ver el vaso medio lleno y asegura que «hay que echar para adelante y trabajar tras dos años de parón (...)».
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