20 años después

Angélica González / Burgos
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Hoy se cumplen dos décadas del asesinato de Marta Obregón, cuyo proceso de beatificación comenzó en junio del año pasado. Diócesis como las Madrid, Osma-Soria o Cádiz han formado también tribunales que escuchan testimonios de quienes la conocieron

Marta Obregón Rodríguez. - Foto: diariodeburgos.es

Hoy se cumplen 20 años desde que la joven estudiante de Periodismo Marta Obregón fue asesinada por Pedro Luis Gallego, después de que la intentase violar como había hecho ya con otras chicas más. La forma en la que se produjeron los hechos -parece que la resistencia que opuso a que este indeseable la forzara le costó la vida- y el testimonio de que su vida iba encaminada hacia una vocación religiosa ha empujado a un grupo de personas a iniciar su proceso de beatificación. El pasado 14 de junio se celebró en la Facultad de Teología el acto jurídico con el que dio comienzo esta causa. 

El postulador, Saturnino López Santidrián, explicó ayer que no se va a realizar ningún acto ‘oficial’ con motivo de este aniversario aunque dijo «que la gente es libre  de realizar a título personal los homenajes que desee». Esta prevención se debe a que López Santidrián no quiere que se pueda entender cualquier acto público «como un impulso a la causa de beatificación» que, por otro lado, lleva un buen ritmo.

Tal es así, que se han creado en otras diócesis como Madrid, Cádiz u Osma-Soria -a instancias del Arzobispado de aquí- tribunales en los que pueden dejar sus testimonios las personas que conocieron a la joven, como ya está ocurriendo en Burgos desde el verano pasado. Los relatos se están haciendo llegar tanto de forma personal como a través de la página web causademarta.net.

«La vía del martirio»

Como ejemplo, el postulador explica que les ha llegado el testimonio de un joven «con obsesiones sexuales que gracias a Marta ha conseguido que su vida esté tranquila». En causademarta.net se pueden leer también historias de curaciones y de cambios de comportamientos en jóvenes gracias a la intervención de la estudiante asesinada pero López Santidrián considera que son cuestiones que deben comprobarse «aunque si se va por la vía del martirio, como es el caso, no se exigen milagros para la consideración de beata; sí hará falta si se sigue el proceso hasta la santificación».

Y es que quienes impulsan la causa consideran que esta joven cristiana «dio su vida por defender su castidad y es un testimonio para los jóvenes de hoy y una puerta de esperanza para padres y abuelos que sienten la necesidad de rezar por hijos y nietos que caminan a espaldas de la verdad, a espaldas de Cristo».

La iniciativa, según el sacerdote López Santidrián, ha despertado mucho interés en los ámbitos católicos. Tal es así que la directora de la Oficina para la Causa de los Santos del Vaticano le ha solicitado un artículo sobre Marta Obregón para incluir en la publicación Biblioteca Santorum, una de las más importantes en este campo.