Tras varios años de un abandono notable, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) parece haberse tomado ahora mucho más en serio el arreglo del ramal de Villalonquéjar. A finales del pasado verano el organismo público culminó dos actuaciones urgentes para devolver a esta vía los 30 kilómetros por hora de circulación que perdió antaño fruto de la mala conservación de la plataforma.
Con la velocidad de nuevo restablecida -lo que ha permitido que los convoyes de Transcacesa y Adisseo transiten con mayor seguridad- Adif ha estado trabajando de forma paralela en los pliegos para sacar a concurso la redacción del proyecto de renovación íntegra. Desde Madrid adelantan que ya se ha tramitado la documentación para la redacción del proyecto de renovación integral del ramal, es decir, tienen todo preparado para poder sacar a concurso el primero de los trámites necesarios antes del inicio de las obras.
Aunque por el momento se desconoce la mayoría del contenido del contrato, sí que se puede adelantar que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias quiere una renovación que afecte a toda la plataforma de vía: carriles, traviesas y balasto. Ello provocará que los trenes que actualmente utilizan el ramal no tengan problemas para alcanzar las factorías: en el verano del 2019, por ejemplo, un convoy tuvo que recular y volver marcha atrás hasta el Puerto Seco de Villafría por culpa de la dilatación de los carriles.
Además, durante años los vagones cargados con productos altamente peligrosos han estado circulando por una infraestructura en la que faltaba tuercas, las traviesas 'volaban' y el balasto no llegaba a contenerse.
Larga exigencia. Tanto desde la Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar (AEPV) como desde las filas sindicales la renovación íntegra de esta dotación ha sido largamente demandada. Contar con una infraestructura acorde a las exigencias de los operadores ferroviarios, máxime en un momento en el que el tren está ganando enteros frente al transporte por carretera, puede reportar un mayor interés de las industrias que operan en Villalonquéjar.
La química Adisseo estrenó a finales de 2019 un apeadero, costeado con fondos propios, que le permite aumentar de forma considerable tanto la llegada de materias primas como la salida de su producto terminado, la metionina.
Hace unas semanas fue Transcacesa, la que anunció que doblará el número de toneladas de abono que recibirá a través del ramal -de las 10.000 toneladas que recibirán en 2021 pasarán al doble unas 20.000 este 2022- al tiempo que empezará a enviar cereal por ferrocarril tras años detenido.