Renfe ha adjudicado a la empresa Construcciones y Desmontes Ribera Navarra el proyecto de demolición de tres de las naves de su taller de motor en Miranda de Ebro y su ejecución, labor que se desarrollará durante este mismo verano puesto que tiene 4 meses de plazo a partir de la formalización del contrato, que será en mayo.
La intención de la compañía pasa por levantar en la zona unas nuevas instalaciones para trasladar allí la actual base de mantenimiento de remolcado, a pocos kilómetros de la de motor. En esta ha descendido sensiblemente la carga de trabajo y las dependencias se encuentran obsoletas.
Desde que se conocieron los planes de Renfe han surgido voces en la ciudad en defensa del patrimonio ferroviario mirandés que reclaman conservar alguno de estos edificios como parte de la memoria industrial de la ciudad y dedicarlos a otros usos alternativos. Sin embargo, no parece que se vayan a escuchar estas peticiones de indulto. Concretamente, los edificios a los que afecta esta 'sentencia' de derribo son la nave diésel, la de carpintería y la de almacén exterior situadas en el taller motor.
La primera de ellas es la más grande, abarca 975 metros cuadrados. Antes de su derribo, se han de desmontar alguna de sus instalaciones como la de alumbrado y cableado, además de la calefacción. También se eliminarán las plataformas de acceso al techo de los trenes y las características toperas, elementos de hormigón utilizados para detener completamente un tren. La de carpintería, que se ubica en el medio de las otras dos, se encuentra llena de objetos que tendrán que ser clasificados. Y la más pequeña es la de almacén, con 180 m2.