La suciedad en los polígonos industriales de la capital ha pasado de ser algo vergonzante a intolerable. Aunque «no es algo de hace dos años», recuerda para recriminar la herencia recibida el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, se reconoce que la imagen de estas zonas de la ciudad no son precisamente una buena carta de presentación hacia quienes visitan por asuntos profesionales la llamada capital industrial de la región. ¿Qué se puede hacer? El edil avanza que el próximo mes de septiembre el alcalde tiene previsto convocar una reunión con el servicio que dirige y con la Policía Local con el objetivo de «reforzar la presencia» de agentes y «sancionar» a aquellos ciudadanos incívicos que arrojen basura a la vía pública.
Sirva como ejemplo gráfico de la situación que este martes, sin ir más lejos, una cuadrilla contratada de manera temporal con el Plan de Empleo solo necesitó 20 minutos para llenar 13 sacos de basura de unos 150 litros de capacidad en una batida rápida en las inmediaciones de la rotonda que hay en la calle La Demanda (en el polígono de Burgos Este). Lo que hoy se limpia, lamenta el concejal, en apenas unos días está prácticamente igual.
¿Es la suciedad acumulada fruto solo de conductas incívicas o de que no se limpia como es debido? Las dos respuestas parecen correctas. En el primero de los casos porque la persona de turno es incapaz de acercarse a un contenedor a arrojar la basura y en el segundo porque no hay ninguna empresa que tenga obligación de retirar los desperdicios de las teóricas zonas verdes de los polígonos (en la actualidad, espacios de tierra sin vegetación alguna).
Si bien es cierto que la empresa que gestiona el servicio de limpieza tiene la obligación, por contrato, de limpiar las aceras y carreteras, su trabajo se queda ahí ya que no tiene que retirar los desperdicios depositados en los parterres. Y la que realiza el mantenimiento de las zonas verdes no tiene tampoco la responsabilidad de recoger la basura. Únicamente se la paga por segar las malas hierbas de los polígonos una vez al año. Dicho de otra manera, si una lata de refresco cae en la acera se limpia y si lo hace medio metro más allá se queda en el jardín a saber durante cuánto tiempo.
Temiño detalla que de cara a la próxima licitación del contrato de parques y jardines, en un par de años, su idea es que estos profesionales asuman esta tarea. De la misma manera que ya lo hacen, por citar un ejemplo, con los restos que puedan caer en el paseo del Espolón. Eso sí, no es menos cierto que si solo tienen que acudir una vez al año a realizar estos trabajos, seguirá habiendo mucho tiempo para que se acumule suciedad.
A esto se suma que en numerosas calles de los polígonos, especialmente aquellas más envejecidas, no hay papeleras donde arrojar los restos y la opción que existe es caminar hasta el contenedor más cercano. A la vista está que se trata de un paseo demasiado largo para quienes no se ruborizan al tirar una lata o una botella al suelo.
Inversiones. El concejal socialista reconoce como un «hándicap» que haya muchas calles en los polígonos (especialmente en el de Burgos Este) que necesitan desde hace tiempo una reurbanización para darles un lavado de cara radical. Allí, lo que hará es introducir mobiliario urbano (papeleras, alguna mesa en la que conductores de camión puedan comer) y otra idea es colocar estacas de madera para que los vehículos pesados no se suban a los parterres y los destrocen.
El arreglo de los polígonos, tras décadas de inacción, comenzó a recibir atención de los políticos con el anterior Ejecutivo del PP y ahora el bipartito del PSOE y Cs quiere profundizar en esa línea. Sin embargo, el problema no tiene fácil solución ya que arreglar la desidia del pasado exige mucho dinero y, por tanto, tiempo para ejecutar las mejoras.
Mientras todo eso sucede, el edil avanza que lo que se pretende es estrechar la vigilancia policial y poner «sanciones ejemplarizantes». De menor cuantía para quienes arrojan una botella de plástico o una lata y más severas para los que dejan en la vía pública colchones, escombros y otro tipo de residuos que deben de ser tratados por gestores autorizados.
Se quiere insistir en la realización de campañas de sensibilización, como las programadas para la recogida de «basuraleza» en el Arlanzón, pero a la vista está que son un insuficientes.
De cara al próximo año, también es idea del concejal destinar una cuadrilla del Plan de Empleo en exclusiva a tareas de limpieza ya que este verano están compaginando esta labor con otros trabajos de «polimantenimiento» de la ciudad.
En las últimas semanas se han realizado trabajos de limpieza por estos trabajadores procedentes del paro en el polígono de Burgos Este y la idea es continuar por Villalonquéjar y por el Monte de la Abadesa.
Desde hace muchos años que las distintas asociaciones de los polígonos, especialmente el de Burgos Este, han sido muy críticos con el estado en que se encuentran las zonas industriales de la ciudad y han reclamado al Ayuntamiento inversiones continuadas a lo largo de los años. Pero tan importante o más que eso, tal y como han insistido, es que se acometan pequeños trabajos de mantenimiento, sin excesivo coste, para mejorar la imagen.
El tiempo dirá si la mayor presencia policial da resultados.