Los agricultores de Fuentecén se sienten desamparados. Denuncian que la Confederación Hidrográfica del Duero «no ha tenido en cuenta» sus peticiones de ir liberando agua del pantano de Linares desde que el pasado 14 de enero se produjo la borrasca Filomena. Sin embargo, en los últimos tres días, el organismo ha soltado cerca de 20 metros cúbicos por segundo, lo que sumado al deshielo y a varias jornadas de lluvia, ha terminado con el río Riaza desbordado e inundando buena parte de las tierras de regadío de la localidad ribereña. 

Esta situación se traduce en «un destrozo y unas pérdidas grandísimas para los agricultores», que ya tenían la vega preparada para sembrar maíz y remolacha, tal como lamenta Eutimio González Pintado, vocal de Fuentecén en la Comunidad de Regantes de la Cabecera del Río Riaza. «En otros pueblos se desborda el río por las orillas, pero Fuentecén es el que más daño sufre porque tiene un punto estratégico, de tal forma que el agua del río se separa más de un kilómetro», explica, para continuar: «Las inundaciones ya alcanzan la vega entera, unas 480 hectáreas de regadío que nos destroza. Es deprimente».

Según sus cálculos, las pérdidas por cada hectárea rondan los 1.500 euros, lo que suma un total de 720.000 euros en lo que respecta al regadío. A  todo ello habría que sumar otras 1.700 hectáreas de secano, que se traducirían en 2,5 millones de euros en caso de resultar afectadas.

(Más información y fotografías de otros ríos, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)