Los dos partidos de la coalición del Gobierno llevaban en sus respectivos programas la derogación de la Ley 4/15 de Seguridad Ciudadana, acuñada por sus detractores como ley 'mordaza'. A lo largo de estos años siempre estuvo sobre la mesa la cuestión, pero los contratiempos de la pandemia (donde fue una herramienta más que útil para sancionar los quebrantamientos del confinamiento), impidieron concretar siquiera una modificación del texto. No ha sido hasta hace poco cuando una posible reforma fue una propuesta firme entre las diferentes formaciones socias del Ejecutivo. La falta de acuerdo tumbó los cambios, a los que se oponían especialmente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y es que la consideran una norma eficaz para castigar conductas que no son penales, como la tendencia de droga y faltas de respeto a los agentes. Multas que han permitido recaudar en Burgos algo más de 10 millones de euros en 8 años.
De las 2.762 sanciones por incumplir la Ley de Seguridad Ciudadana tramitadas en la provincia de Burgos, 1.772 fueron por tenencia y consumo de sustancias tóxicas en espacios públicos, considerada en la norma como una infracción grave. Es decir, seis de cada diez actas de denuncia levantadas por los agentes de la autoridad en nuestro territorio son por este motivo. La siguiente causa más común son las faltas de respeto a los efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Desde su entrada en vigor en el año 2015, las multas por infringir la llamada 'ley mordaza' han ido creciendo progresivamente hasta tocar techo en 2020. Fueron 5.506 en un año claramente marcado por la pandemia. Pues, a pesar de las críticas de los dos partidos que conforman (y formaban entonces) el Gobierno de la nación antes de llegar al poder, esta norma resultó ser muy efectiva para hacer cumplir los confinamientos impuestos por la covid-19. De ahí que las sanciones se duplicaran en tan solo un año. Cabe recordar, no obstante, que la gran mayoría de ellas terminaron canceladas al tumbar el Constitucional los estados de alarma declarados.
Pero, más allá de este año tan peculiar, lo cierto es que la capacidad recaudatoria de esta ley está fuera de toda duda (...).
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