Fidel Herráez atendió a Diario de Burgos poco después de cumplirse la primera semana del estado de alarma, que, cree, puede ser una oportunidad «para darnos sentido a nosotros mismos». De ello conversó con este periódico, en el que también aborda la petición de cerrar totalmente las iglesias o de la imposibilidad de celebrar la Semana Santa.
El arzobispado presta ayuda psicológica. ¿En qué consiste ese apoyo?
Ante una situación tan inusual, las personas necesitan una ayuda en su psiquismo, pero no es la principal ayuda de la Iglesia. Bienvenido sea todo lo que humanamente podamos ofrecer, pero no nos centremos en que la Iglesia da fundamentalmente esa ayuda psicológica.
No, claro, pero se acaba de ponerse en marcha. ¿De qué manera apoya ahora la Iglesia a la sociedad, tanto a creyentes como a no creyentes?
Evidentemente, la Iglesia está abierta a todo tipo de personas, no solo a sus miembros. Y no ahora, siempre. Cáritas, por ejemplo, no hace distinciones entre personas; si son de una religión u otra. Para nosotros son hijos de Dios y ayudamos a todos. Ahora mismo, por ejemplo, se ha buscado otra solución para los sin techo, se les lleva a parte del seminario. Pero este es solo un ejemplo.
Claro, por eso le preguntaba por la sociedad en su conjunto y, sobre todo, por la gente que no tiene una fe fuerte a la que aferrarse.
Una primera ayuda, desde dentro de la Iglesia y desde fuera, es observar, lo más rigurosamente que se pueda, las medidas que nos han señalado. En la Iglesia estamos a disposición de las autoridades, y por eso hemos cerrado al culto todas las iglesias, empezando por la Catedral. El que quiera acercarse a rezar, puede hacerlo, pero evitando cualquier concentración. La ayuda que podemos ofrecer es cumplir y animar a que todos cumplan.
El presidente de la Junta pide que se dé un paso más y que se cierren. ¿Lo contempla?
Las iglesias no tienen culto y si alguien quiere acercarse, bien. Ahora, si hay que cerrarlas, se cierran. Unas diócesis han cerrado y otras no, nosotros seguimos. No hay contraindicación y en este momento no hay concentración alguna, en absoluto. Hay iglesias por las que no pasa nadie en todo el día; centrarse en eso es centrarse en un no problema.
(La entrevista completa y 40 páginas más sobre el coronavirus, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)