Los casi 11.000 aficionados que acudieron a El Plantío tardarán en olvidar este partido. Acostumbrados, por desgracia, al fútbol de Tercera o de Segunda B, a tardes gélidas con 2.000 personas en el campo, ayer vivieron una noche histórica, un espectáculo inolvidable. Pudieron ver el futuro del fútbol español, los jugadores llamados a sustituir a los campeones del Mundo y desde luego las sensaciones que estos jovencísimos futbolistas desplegaron sobre el césped invitan al optimismo. No solo fueron los cinco goles. Lo extraordinario fue la forma de conseguirlos, el derroche de calidad, velocidad y técnica que acompañó a cada uno de ellos.
El partido tuvo un nombre propio, Rodrigo, pero hubo mucho más. La seguridad de Íñigo Martínez en el centro de la zaga, el espectacular derroche físico de Montoya, la clase de Oriol, la categoría de Illarrramendi y, por supuesto, la calidad del trío acompañante de Rodrigo en ataque: Muniain, Isco y Tello. El del Athletic dio dos de los goles a Rodrigo, Isco ofreció una lección de pausa, control y calidad en la media punta y Tello machacó con su velocidad a los desesperados defensas daneses.
Este coctel funcionó a la perfección. Es cierto que Dinamarca comenzó bien. Incluso asustó un par de veces en los primeros minutos, pero en apenas cinco minutos se encontró con tres goles en contra. Fue como una pesadilla que acabó por hundirlos. Tres zarpazos iniciados por tres jugadores diferentes y resueltos por el mismo delantero, Rodrigo Moreno, joven hispano brasileño de 21 años que tras pasar por la cantera del Real Madrid triunfa en el Benfica portugués.
Fueron unos minutos demoledores e inesperados. Dinamarca salió muy fuerte, presionando la salida de balón española y fabricando hasta tres ocasiones de gol, la última de ellas en el minuto 15, con un disparo de Larsen que despejó con apuros David de Gea.
Esta oportunidad despertó a España y tras un saque de esquina Tello montó un contragolpe letal, con una velocidad endiablada, centró sobre Rodrigo que, con un movimiento destrozó a Vestergaard y batió a Roennow. Fue un golpe duro para los daneses que, además, vieron como después de sacar de centro España les robó el balón e Isco fabricó un pase magnífico para Rodrigo marcase el 2-0. Dinamarca estaba hundida, desarbolada y una excelente jugada de Tello fue el preludio del tercer tanto. Esta vez fue Iker Muniain el que metió un gran pase sobre el héroe de la noche que firmó su tercer gol en apenas cinco minutos.
La fiesta del campo se trasladó a la grada, que coreaba a los suyos y cada una de sus acciones. Con el partido totalmente resuelto y un rival que vivía una auténtica pesadilla, España redujo una marcha, aunque siguó creando ocasiones. La presión permitía robo tras robo de balón, con un Illarramendi espectacular. Precisamente una de sus acciones anticipó el cuarto tanto. La jugada acabó en un córner perfectamente rematado por Bartra y que un defensa sacó en la línea de gol.
El descanso supuso un alivio para Dinamarca, que deseaba no que llegase el minuto 45, sino que acabase el partido. Pero quedaban otros 45 minutos, una eternidad para un conjunto herido de muerte y ante una selección española que pese a controlar más el juego siguió buscando la portería contraria. Fueron unos minutos donde Martín Montoya estuvo extraordinario. El del Barcelona es lateral pero más bien parecía un extremo y en una de sus incursiones ofreció la ocasión a Isco, que remató fuera. Julen Lopetegui comenzó a mover el banquillo. Quitó a Tello, con problemas durante toda la semana, y dio entrada a Sarabia. Sin embargo no cambió ni el dibujo ni la ambición ya que un centro del recién salido estuvo a punto de suponer el cuatro tanto de Rodrigo. Dio igual porque allí estaba Muniain para darselo dos minutos después. Rodrigo y Muniain fueron despedidos por la grada como auténticas estrellas. Pero faltaba el quinto y su autor también se lo merecía. Isco provocó el penalti de Jorgensen y el mismo lo transformó cerrando una histórica noche en El Plantío.
España 5 - Dinamarca 0
Ficha técnica.
España: De Gea; Montoya, Bartra, Íñigo Martínez, Planas; Illarramendi, Oriol Romeu, Tello (Sarabia, M-62), Isco, Muniain (Deulofeu, M-84) y Rodrigo (Álvaro Vázquez, M-75).
Dinamarca: Roennow; Fenger, Jorgensen, Vestergaad, Kirkeskov, Larsen, Albaek (Daniel Hoegh, M-83), Christiansen (Braithwaite, M-63), Delaney, Kus (Laudrup, M-67) y Helenius.
Árbitro: Robert Madden, de Escocia. Mostró tarjeta amarilla a Rodrigo (M-49) y a Tello (M-62).
Goles: 1-0, M-16; Rodrigo. 2-0, M-17; Rodrigo. 3-0, M-21; Rodrigo. 4-0, M-66; Rodrigo. 5-0, M-78; Isco (penalti).
Incidencias: Cerca de 11.000 personas llenaron el estadio municipal de El Plantío en el partido de ida de la eliminatoria para la clasificación del Europeo sub 21 que se jugará en Israel. El martes 16 de octubre se disputará el encuentro de vuelta en tierras danesas.