El polígono de Bayas contará en breve con una nueva empresa, que llega de la mano del grupo Urbegi y que operará bajo el nombre de Equipos de Protección Mirandeses. El objetivo es que la planta comience a funcionar a finales de verano por lo que ya ha iniciado el proceso de selección de personal y está reformando el pabellón que ocupará en la principal zona industrial de la ciudad.
La búsqueda apunta a un responsable de producción, oferta laboral a la que en las próximas semanas se irán sumando otras de diferentes perfiles técnicos para completar la plantilla, aunque de momento no se ha desvelado la cantidad de puestos de trabajo que se generarán. El candidato seleccionado en primera instancia será el encargado de poner en marcha la actividad, organizar los pedidos, controlar la calidad del producto y gestionar las compras de materia prima.
Para ello es imprescindible contar con formación en electromecánica y se valorará estar en posesión de certificado de discapacidad ya que Urbegi es un grupo inversor con alto compromiso social y que tiene entre sus prioridades la generación de empleo para personas en situación de vulnerabilidad.
La firma con sede en Balmaseda cuenta con diez plantas distribuidas por el País Vasco y México en las que trabajan más de medio millar de empleados que desarrollan su actividad en instalaciones propias o bien en las sedes operativas de los clientes, mediante distintas fórmulas según las necesidades de cada caso. Entre sus ámbitos de actuación, ofrece soluciones industriales, trabajos de limpieza o mantenimiento, servicios auxiliares y destrucción de documentación confidencial.
La nueva empresa de equipos de protección supondrá el desembarco inmediato de Urbegi en la ciudad aunque sobre la mesa la compañía tiene otro ambicioso proyecto de economía social enfocado a dar trabajo a personas con discapacidad física o especiales dificultades para acceder al mercado laboral. Cuando hace unos meses se anunció públicamente la puesta en marcha de Amira Miranda se apuntó enero como fecha para arrancar con una veintena de empleados.
Sin embargo los plazos se han ido retrasando y el coronavirus ha supuesto un frenazo al proyecto, ya que hasta tener instalaciones propias, se iba a operar en los centros de trabajo de los clientes, algo que debido a los protocolos sanitarios actualmente es casi imposible.
Aunque la asignatura pendiente de la ciudad es llenar el polígono de Ircio, objetivo al que se orientan gran parte de los esfuerzos de la oficina de promoción económica y que han cristalizado en la llegada de nuevos inversores, en los últimos tiempos también se han cerrado operaciones en las otras zonas industriales de la ciudad. Sin ir más lejos hace unas semanas se anunciaba la próxima apertura de Remaelectric, empresa especializada en la fabricación de elementos para maquinaria industrial y que también está ya en proceso de selección de personal.
Además hace poco ha trascendido el interés de tres firmas por adquirir las antiguas instalaciones de Vesuvius para desarrollar una nueva actividad. Se trata de una multinacional alemana dedicada al reciclaje de metal y dos compañías españolas de embalaje y automoción, a las que ya se les ha requerido la presentación de un proyecto de viabilidad. Si finalmente se cierra la venta de la planta, tendrán prioridad los trabajadores que en su momento fueron despedidos tras el cierre de Vesuvius, que decidió llevarse su producción a otros países.