Sinopsis oficial
Melissa, una experimentada funcionaria de prisiones de 32 años, se muda a Córcega con sus dos hijos y su marido. Es su oportunidad para comenzar una nueva vida Empieza a trabajar en un centro penitenciario que es muy diferente a los demás. Allí, se dice que son los presos los que vigilan a los guardias. Melissa logra integrarse gracias a Saveriu un joven recluso que parece ser influyente allí dentro y la pone bajo su protección. Sin embargo, cuando Saveriu queda en libertad, vuelve a ponerse en contacto con Melissa para pedirle un favor, con el que se pone en marcha una peligrosa mecánica.
La crítica -
Por Juana Samanes
La complejidad del alma humana es el asunto que más interesa al director belga Stephane Demoustier, lo dejó claro en su aclamada La chica del brazalete (2021) y lo vuelve a hacer en Borgo.
Inspirado en un doble asesinato ocurrido en Córcega en 2017, Hafsia Herzi interpreta a una guardia de prisión contradictoria que empieza a trabajar en un centro penitenciario que es muy diferente a los demás. Allí, realmente los presos son los que controlan a los funcionarios y no al revés. Melissa, que se siente muy sola, logra integrarse gracias a Saveriu, un joven recluso muy influyente, pero esa relación peligrosa le pasará factura.
En Borgo queda claro que una persona cabal que trata con delincuentes diariamente puede normalizar la percepción y desconfianza que siente hacia esos reclusos, viéndolos incluso como seres corrientes, pero da un paso más; sin pretenderlo puede cambiar sus circunstancias vitales y transigir con algo que nunca pensó.
Rodada en una cárcel real abandonada, para dar más autenticidad a la historia, Borgo mezcla elementos de thriller carcelario y policíal con drama social, puesto que la protagonista es una mujer con graves problemas financieros debido a la precariedad laboral de su marido y a que tiene que mantener a dos hijos pequeños. Una circunstancia que no es eximente pero si que hace que se entienda su abatimiento pero también su vulnerabilidad ante seres humanos mucho más perversos.
Sobre la actriz Hafsia Herzi , de origen argelino y tunecino, reposa el peso de la historia y ella lo resuelve perfectamente con una actuación repleta de matices.