Sinopsis oficial
Wolfgang, un niño de diez años con un cociente intelectual de 152 y trastorno del espectro autista, se ve obligado a vivir con su padre, Carles, a quien no ha visto nunca, tras la repentina muerte de su madre. Carles afronta el reto con ganas y voluntad, pero Wolfgang no soporta su desorden ni su desorganización y lo considera un "bajocien" por su falta de intelecto. Así que, a escondidas, Wolfgang planea conseguir su sueño: entrar en la academia de música Grimald de París, donde estudió su madre, y convertirse en el mejor pianista del mundo. Cuando Carles lo descubre, debe decidir entre su gran oportunidad como actor o convertirse en el padre que necesita un niño como Wolfgang.
La crítica -
Por Juana Samanes
Afirman los responsables de Wolfgang, con esa manía tan actual de denominar todo en inglés, que se trata de una feel good movie familiar, es decir, una película que hace sentir bien al espectador por los buenos sentimientos que destila. No van desencaminados porque tanto los personajes como las situaciones que presenta nos hacen pensar que merece la pena la vida, a pesar de las dificultades que siempre conlleva.
Wolfgang, un niño un niño de diez años con un coeficiente intelectual de 152 y trastorno del espectro autista, se ve obligado, tras la muerte de su madre, a vivir con su padre, Carles, a quien no conocía hasta ese momento. La decisión de su fallecida madre no le agrada porque considera a su progenitor un "bajocien" por su falta de intelecto y no soporta su desorden. Por el contrario Carles afronta con ganas y paciencia su nueva vida, aunque ello conlleve sacrificios en su faceta profesional como actor.
Basada en la novela homónima de Laia Aguilar, que también ha sido coguionista de la misma, lo más atractivo de de este film radica en que está muy bien equilibrado drama y comedia, en el segundo caso algo lógico porque el director de la película, Javier Ruiz Caldera, se mueve como pez en el agua en las películas donde el humor tiene mucho peso, recuerden que es el responsable de Promoción Fantasma o 3 bodas de más. Sus cintas poseen, además, el acierto de contar con diálogos rápidos e ingeniosos, como ocurre en Wolfgang.
Miki Esparbé y el niño Jordi Catalán, este último en su primer papel protagonista en el cine, llevan el peso de la trama de forma impecable y poseen química. El argumento aborda la necesidad de expresar las emociones, el peso que conlleva la pérdida de un ser querido, la responsabilidad paternal, la educación y la relación padre e hijo, todo ello tratado de forma sensible sin caer nunca en la cursilería en un relato bien narrado y montado que se ve de un tirón.
En la misma también se defiende la importancia de explicar a los niños la verdad, aunque duela, pero de forma adecuada a su edad, porque intentar ocultársela puede resultar traumático ante hechos graves.
Como el protagonista es actor, una de las subtramas más divertidas de la película, es la franca animadversión que tiene hacia un compañero de profesión Carlos Cuevas que, según él, le quita todos los papeles a los que ambos concurren. El propio Cuevas hace un breve cameo de si mismo en la película al igual que el famoso director J.A. Bayona.
Sobre Wolfgang, muy alejada de otras propuestas gamberras de Javier Ruiz Caldera, éste ha explicado que se trata de su película más personal hasta la fecha, que tenía muchas ganas de realizar una cinta para todos los públicos, original y divertida, que tuviera como protagonista a un niño. Nosotros diríamos, simplemente, que es una bonita película española