Empleo para derribar barreras

C.M.
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Ocho personas con discapacidad trabajan en el Consistorio gracias a convenios con las asociaciones del sector. Realizan labores de apoyo a las conserjerías y es una experiencia positiva para ambas partes

El empleo es esencial para garantizar la igualdad de oportunidades y en este ámbito las personas con alguna discapacidad lo tienen más complicado. Además de la contratación en centros especiales, el objetivo es que puedan integrarse en el sistema ordinario de trabajo y, también, en las administraciones públicas. En este último caso la ley obliga a reservar a un cupo no inferior al 7% de las vacantes para ser cubiertas por personas con discapacidad, del cual un 2% está reservado a personas con discapacidad intelectual.

Al margen de esta obligación, el Ayuntamiento se ha tomado en serio la inserción laboral y, además de dar ayudas a las asociaciones vinculadas a la discapacidad para la contratación de personal de apoyo para que estas personas puedan trabajar en el mercado ordinario, también firma convenios con estas organizaciones para que sus asociados desempeñen un trabajo en la administración local, sobre todo el de ayuda en tareas de conserjería o de auxiliar administrativo. También hay una persona trabajando en los huertos de ocio y otra en actividades lúdicas en el centro cívico de San Agustín. 

Se trata de una fórmula denominada empleo con apoyo, de manera que el Ayuntamiento subvenciona a la persona con discapacidad y a la persona de la entidad que realiza la adaptación al puesto y el seguimiento. En la actualidad hay vigentes ocho convenios de colaboración con Autismo Burgos, Asociación Síndrome de Down, Prosame, Apacid, Fundación Cisa (Aspanias), Aransbur, Aspaym, Fedisfibur y el Ayuntamiento aporta 10.300 euros para cada entidad. 

La administración local es pionera en este tipo de convenios en la región como reconoce Luis Mayoral, gerente de la Asociación Síndrome de Down, que presume de haber sido los primeros en impulsar este tipo de convenios. «El Ayuntamiento de Burgos fue el primero de la Comunidad y creo que es el único que mantiene una convocatoria de este estilo», afirmó.

Ruth Colina, técnico de Empleo de Fedisfibur, considera muy importante este tipo de iniciativas laborales, especialmente para los jóvenes. «Es un paso que cuesta conseguir y aquí se les ofrece una estabilidad laboral de un año y se les permite tener un primer acceso al mercado laboral. Además, tienen un apoyo de técnicos de la entidad y del Ayuntamiento y adquieren la confianza que necesitan», señaló, al tiempo que indicó que la tasa de paro entre el sector de jóvenes con discapacidad es del 60%. 

La concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez, asegura que los convenios están funcionando «bien» y contribuyen a que estas personas puedan trabajar en un entorno ordinario, al tiempo que destacó la «importante implicación municipal». «También tiene un impacto en los propios trabajadores municipales y en las personas que acuden al Ayuntamiento que puede apreciar la labor que hacen». 


Marina Vicario

Ayudante de conserjería en la Casa Consistorial

Marina se encarga de repartir la correspondencia o los informes por las dependencias municipales. Marina se encarga de repartir la correspondencia o los informes por las dependencias municipales. - Foto: Alberto Rodrigo«El trabajo administrativo me encanta»

Marina Vicario cursó un ciclo formativo de Auxiliar Administrativo en el Juan de Colonia, de modo que su trabajo en el Ayuntamiento como ayudante de consejería le viene como anillo al dedo. Cada día llega a la Casa Consistorial a las 9.30 horas y finaliza su jornada laboral a las 13 horas. Se encarga del reparto de documentación entre las diferentes secciones municipales pero también tiene que desplazarse a la OMIC, al Fórum o a la Oficina de Movilidad. «Es cierto que al principio me costó un poco pero el trabajo administrativo me gusta muchísimo», aseguró.

Reconoce que lo más complicado fue aprenderse las plantas en las que está cada departamento municipal pero una vez superado se mueve como pez en el agua y se conoce todos los rincones del Ayuntamiento. También agradece el apoyo recibido de sus compañeros conserjes y en especial de su jefe, Raúl. «Mis compañeros son maravillosos y también mi jefe, que es exigente pero me ha ayudado mucho».

Miguel atiende el teléfono en la Oficina de Movilidad y tramita los bonotaxi para discapacitados. Miguel atiende el teléfono en la Oficina de Movilidad y tramita los bonotaxi para discapacitados. - Foto: Luis López AraicoMarina Vicario se presentó recientemente a una oposición de la Diputación Provincial y aprobó los dos ejercicios pero se ha quedado sin plaza. No descarta volver a intentarlo. «Ahora he entrado en la bolsa de empleo y estoy muy contenta. Siempre he amado trabajar para la administración. Animo a las instituciones a que no tengan miedo a contratar a personas con discapacidad», añadió. 

Susana Arias, técnico de la Asociación Síndrome de Down, que se encarga del apoyo a Marina considera muy positivo el convenio con el Ayuntamiento. «Es importante que el contrato tenga una duración de un año. Necesitan un tiempo para hacer la inserción y aprender el trabajo. No solo es hacer bien los cometidos sino saber relacionarse con los compañeros y saber resolver los problemas que surjan», aseguró, de ahí el seguimiento semanal y contacto permanente de los técnicos de Síndrome de Down y los del Ayuntamiento. 

Miguel Sevilla

Ayudante en la Oficina de Movilidad

«Es importante la visibilidad y la confianza»

Miguel Sevilla tiene 28 años y tras pasar por un centro de recuperación de discapacidad física en Logroño regresó a Burgos. Cursó un programa de itinerarios personalizados de inserción de la Gerencia de Servicios Sociales e hizo prácticas en el Espacio Joven del Ayuntamiento. También cursó un ciclo de grado medio de Auxiliar Administrativo en María Madre. Fedisfibur pensó en él para optar al puesto que ofertaba el Ayuntamiento y resultó seleccionado. 

Tras un breve paso por la consigna de la Estación de Autobuses, se optó por su traslado a la Oficina de Movilidad, en la plaza Hortelanos, donde se encarga de atender el teléfono y facilitar información sobre Bicibur o los trámites para obtener la autorización de ocupación de la vía pública. Estos días se encarga de tramitar los bonotaxis para personas con discapacidad y no puede estar más contento con su trabajo. Además, lo compagina con los estudios de un grado superior de Integración Social en el IES Enrique Flórez. «Me encanta mi trabajo de cara al público. Es importante la visibilidad y también la confianza que depositan en mi persona», aseguró, al tiempo que se mostró convencido de que esta experiencia le servirá a la hora de buscar otro trabajo cuando acabe el actual en octubre. 

Desempeña su cometido de 10 a 13 horas y destaca la gran ayuda que ha tenido de sus compañeros de la Oficina de Movilidad. «Tenía miedo por saber si iba a encajar pero luego se me pasó. Todos me han ofrecido su apoyo. La confianza nos aumenta la autoestima y me puedo mostrar tal como soy». 

Desde Fedisfibur recalcan que la pandemia ha afectado de lleno a las personas con discapacidad y ha puesto de manifiesto «una gran desigualdad». Animan a instituciones y empresas a que contraten  a estos trabajadores, al tiempo que se mantengan todos los servicios de apoyo. La entidad gestiona en este momento 114 contratos de trabajo y atiende a 500 personas.