En el Instituto de Educación Secundaria (IESO) de Espinosa de los Monteros ya están acostumbrados a situarse en el top de los centros educativos de la provincia y de la región. Hace pocas semanas supieron como de nuevo, y ya van seis, la Consejería de Educación había reconocido su plan de mejora del pasado curso entre las 45 mejores experiencias de calidad de Castilla y León -se presentaron 302- y las cuatro mejores de Burgos. Las acciones del proyecto de educación ambiental iniciado en 2019 y que continúa este curso persiguen obtener un sello con el que el Conde Sancho García podría convertirse en un ‘Centro Educativo Sostenible’.

Sin duda, es muy posible que lo logre, dado el reconocimiento que ya ha obtenido con el estreno de su programa de educación ambiental. Deberá desarrollarlo durante dos cursos antes de solicitar la declaración de ‘Centro Educativo Sostenible’, algo que el equipo directivo proyecta hacer en 2022. La jefe de estudios, Ariane Maté, y prácticamente todo el claustro de profesores formado por 19 docentes han decidido apostar por una línea de trabajo diferenciadora y, en este caso, ligada al respeto al planeta y el medio que nos rodea.

La educación ambiental se cuela ahora en prácticamente todas las asignaturas y en numerosas horas de tutoría. La sensibilización de los 87 chavales del centro para que adquieran hábitos respetuosos con el medio ambiente es la cruzada a la que cada día se lanza el equipo docente que ha comprobado como aún les falta camino por recorrer. En la entrada del instituto se ha instalado el nuevo punto limpio, una de las novedades instauradas el pasado curso para reciclar pilas, material de oficina -bolígrafos, rotuladores...-, papel, plástico... También hay recipientes de reciclado en cada aula y en cada una de ellas se nombra un responsable medioambiental que va rotando. Tiene que cerciorarse de que las luces de las aulas o los ordenadores y dispositivos electrónicos quedan apagados, de que se recicla correctamente o, cuando vivíamos ajenos a la pandemia, de que las ventanas quedaban cerradas para guardar el calor.

Educación premia el proyecto ambiental del IESO de Espinosa

El pasado curso los chicos recorrieron las riberas del Trueba para recoger desperdicios con el ‘Proyecto Libera. Unidos contra la basuraleza’, analizaron los desechos y aprendieron sobre el daño que hacen de la mano de los educadores ambientales de Ráspano Ecoturismo. Asimismo, estudiaron la situación y cantidad de contenedores de la villa para plantear un informe que se iba a entregar al Ayuntamiento y quedó truncado por el confinamiento. Si hubo tiempo para visitar el Punto Limpio local.

La concienciación es el trabajo constante que continúa este curso. La pasada semana tocaba ver un documental sobre las islas de plástico en los océanos y responder a un cuestionario para testar la sensibilidad ambiental de los chavales y ver en qué asuntos hay que hacer hincapié. El cambio climático es otro de los temas habituales en el aula, en donde los chicos han aprendido sobre la huella hídrica (consumo de agua) que dejan los objetos que manejan de forma cotidiana. Junto a ello y para poner su grano de arena en la reforestación están desarrollando el programa ‘Acojo un árbol’. Cada alumno ya ha plantado su semilla y todas las que fructifiquen se trasladarán a los puntos donde autorice el Ayuntamiento el próximo invierno. El consumo sostenible es otra de las patas del proyecto y por la que estuvieron a punto de cultivar un huerto ecológico que también truncó el estado de alarma. Este curso esperan poder sembrarlo.

Bien común. Mientras, los alumnos de Iniciativa Emprendedora están desarrollando un proyecto de Economía del Bien Común, que consiste en catalogar el equipamiento del instituto, desde un bolígrafo a un ordenador para conocer su procedencia y si se ha fabricado con respeto al medio ambiente y los derechos laborales. Maté y su equipo ya están realizando también un estudio energético del centro y van a encargar a una empresa especializada un estudio de la viabilidad de instalar placas solares para valorar sus beneficios y si merece la pena la inversión. Un challenge o sobre naturaleza, así como grabar un cortometraje sobre la importancia de consumir en el comercio local seguirán motivando a los alumnos este curso.

El fomento de la lectura, otro fuerte. El IESO Conde Sancho García tiene otro de sus puntos fuertes en el Plan de Fomento de la Lectura, que junto con el programa ambiental del pasado curso completa la experiencia de calidad premiada por la Consejería de Educación. De nuevo no es la primera vez que los planes de fomento de la lectura reciben premio en Espinosa. Ya lo hicieron en 2006 y en 2009, mientras que en 2012 comenzó otro programa de cuatro cursos que fue también reconocido por la Junta. La biblioteca cuenta con más de 5.000 volúmenes y en los últimos tiempos se ha creado un aula virtual para dar acceso a los chicos a libros digitales o foros de lectura. De nuevo, la lectura intenta estar presente en todas las asignaturas y este curso se potenciará el uso de la plataforma LEOCYL.