¿Cómo está afrontando estos primeros meses de legislatura con solo tres personas en el gobierno?
Con mucho trabajo. Hay que diferenciar dos cosas, una el trabajo del día a día de la gestión de un Ayuntamiento, que es donde nos tenemos que esforzar más, porque solo somos 3, y otra, que es la estabilidad política. Creo que estamos en la fase de cambiar el chip, yo, sobre todo. Vengo de un gobierno con mayoría absoluta gracias al pacto Iniciativa Merindades (IM)-PP y ahora hay que negociar mucho más que antes, hacer una gestión más participativa y de ahí la creación de las 4 comisiones permanentes mensuales o la junta de portavoces, que se reunirá cada 15 días. Tenemos muy asumida nuestra situación política. Hemos ganado las elecciones, pero sabemos que estamos en gran minoría.
¿Cree que esta situación va a ralentizar la gestión municipal?
Hay que luchar porque no sea así. En el pleno de organización ya expliqué que a la junta de portavoces irán temas importantes, que sean competencia de la Alcaldía. Pero los trámites básicos, como licencias de obra menor, por ejemplo, no. Se tratará de negociar, ver con cual de los tres grupos hay afinidad y buscar consensos.
¿Sigue pensando en lograr un equipo de gobierno más amplio?
Tras el verano volveré a invitar a los grupos políticos a negociar de nuevo y a sentarnos en busca de ese equipo de gobierno sólido. Ahora estamos volcados en sacar adelante el programa veraniego y festivo y en licitar las obras de los presupuestos de 2019 que están pendientes de contratación, como los asfaltados, hormigonados, la red de senderos, el parque infantil cubierto y otras de carácter menor. Estamos consensuando los pliegos de condiciones o cuestiones como el destino de las mejoras de las obras subvencionadas por la Diputación.
¿Ha sido un varapalo que la oposición niegue la dedicación parcial a sus dos tenientes de alcalde?
No, aunque están trabajando muchísimo y lo han de compatibilizar con sus empleos. Lo que no es lógico es que este mes Ernesto pase ocho horas al día de sus vacaciones y a Natalia le va a ocurrir lo mismo. No van a tener vacaciones por trabajar en el Ayuntamiento, dado que el peso de concejalías que lleva cada uno es impresionante. Este movimiento buscaba quemarme.
Uno de los proyectos en los que está enfrascado es la reapertura del antiguo teatro de la residencia. ¿Para cuándo está prevista?
Para septiembre u octubre, porque hemos tenido un retraso de 4 meses por el suministro del telón ignífugo. Faltan dos telares laterales, pintar la caja del escenario de negro y la instalación de focos. Villarcayo recuperará su teatro después de 14 años. Creemos que en Villarcayo se le puede dar mucho uso y que hace falta algo así. El salón de la Fundación Caja de Burgos está muy bien, pero no deja de ser de una fundación, no es nuestro. Las compañías de teatro se quejan mucho del escenario porque les limita mucho y el nuevo teatro tiene un aforo de 150 plazas que puede dar muchas posibilidades culturales a Villarcayo.
El centro de jubilados de Cajacírculo lleva meses cerrado. ¿Cómo van sus planes para reabrirlo?
Ya tenemos un modelo de contrato de alquiler con opción a compra que queremos firmar con la fundación y va a ir a la junta de portavoces para consensuarlo y elaborar un proyecto de un Centro para Mayores dinámico, en el que Cultura y Deportes lo doten de contenido con actividades, salidas, gimnasia y otras posibilidades. Nos gustaría reabrirlo en otoño. Estuve viendo el local con responsables del local y vi 5 o 6 fallos y ya están realizando las reparaciones.
¿En qué momento está su promesa electoral de dotar a Villarcayo con un centro concertado de Formación Profesional?
Nos hemos reunido ya con la Ampa del instituto para tratarlo y ha sido muy positivo. Avancé que existe la posibilidad de traer esos estudios a Villarcayo gracias a una institución académica solvente y con larga experiencia, pero hay que pensar en las inversiones en las instalaciones antes de firmar un convenio para implantarlo. En septiembre volveré a contactar con esta institución, con la que llegué a hablar de un plazo de implantación de 18 meses.
Su programa llevaba una batería de ayudas y medidas para favorecer la implantación de empresas y crear empleo. ¿Lo tratará de incluir en el presupuesto de 2020?
Todo lo que precise partida presupuestaria va a necesitar de una negociación. Veremos entonces si la oposición busca un bloqueo institucional o realmente busca construir. Tenemos claro que cuanto antes empiecen a funcionar todas estas medidas y líneas antes empezarán a mejorar las cosas. Son iniciativas que pueden dar fruto a medio y largo plazo para frenar la despoblación y crear empleo. Atraer a jóvenes también es otro de nuestros objetivos. Hemos mantenido una reunión con un grupo de jóvenes de Madrid que están buscando emplazamientos para sus startups, empresas basadas en ideas de nuevos negocios, en zonas rurales con unos requisitos que Villarcayo cumple. Necesitan que les cedamos locales y tenemos espacios posibles.
También prometió suprimir el impuesto de plusvalías.
Hay que negociarlo. La aprobación de cambios en ordenanzas fiscales necesitan de la mayoría absoluta del pleno. Ciudadanos llevaba una bonificación del 95% solo cuando se trataba de herencias y el PP no sé si llevaba algo similar. Trataremos de sacarlo adelante.
¿Reducirá el IBI?
Nuestro objetivo es que Villarcayo en 2023 no tenga deuda. Preferimos amortizar y reducir la deuda que está alrededor de 1,2 millones antes que reducir el IBI.
¿Qué motiva su deseo de dejar la deuda a cero?
La nueva Ley de Estabilidad de gasto tiene unas exigencias brutales para optar a nuevos préstamos, pero si se logra poner la deuda a cero, el Ayuntamiento se podría plantear abordar grandes proyectos, por ejemplo, de 3 millones de euros, que ahora no podemos, optando a líneas de crédito. Buscamos libertad para optar a proyectos de envergadura.