Entre canasta y canasta. Preside el Grupo NB, integrado por cuatro empresas de limpieza especializada con sede en Burgos y Vitoria y con negocios por toda España. Tiene a su cargo 180 trabajadores a los que acaba de sumar la docena que integran el Club Baloncesto Miraflores, su nueva aventura deportiva. Orgulloso hijo de agricultores de Villalbilla. Padre de dos hijos de 23 y 16 años y apasionado de las danzas.
La presidencia del Club Baloncesto Miraflores ha puesto cara y voz a Jesús Martínez Nogal para el gran público, aunque la trayectoria de este burgalés nacido hace 51 años en Villalbilla en el complejo sector de la limpieza -al frente del Grupo NB- es de sobra conocida y valorada entre el mundo empresarial. Estamos ante un hombre de equipo y no solo bajo la canasta, también al frente de las patronales sectoriales de la limpieza de Burgos (Abelel) y la nacional Afelín, además de ocupar las vicepresidencias de la regional y la alavesa. Sus convicciones e ideas han quedado plasmadas en los convenios colectivos arduamente negociados que fijan las condiciones salariales de más de 400.000 trabajadores en España.
¿Cómo se hizo empresario?
Empecé en el sector de la limpieza en el año 91 y, a partir del 95 asumí mis primeras responsabilidades de gerencia. Desde 1996 empiezo a desarrollar mis propias empresas dentro del ámbito de la limpieza y la higiene profesional pero con especializaciones diferentes (calidad ambiente en interiores, control y prevención de legionella...).
¿Por qué en limpieza?
Casualidades de la vida... Yo trabajaba en la Cooperativa Avícola llevando la zona norte de ventas. El antiguo director general territorial de La Caixa me dijo que unos empresarios buscaban un jefe de servicio. Entré en ese mundo en Limpiezas El Cid y a partir de ahí... Siempre he tenido mentalidad empresarial. Nací y vivo en Villalbilla. Mis padres eran agricultores y tenían una carnicería. No sé, eso de gestionarse uno mismo lo llevo dentro.
¿Ha cogido alguna vez la fregona y la escoba?
Sí. Al principio, realizaba tratamientos de suelos... No solo organizaba los trabajos sino que también los ejecutaba. Hoy es el día en el que cuando incorporamos algún tipo de innovación -como la higienización de sistemas de ventilación y aire acondicionado por los que nos dieron un premio nacional- me pongo el traje de faena y a ello...
¿La limpieza es el pariente pobre de la familia empresarial por inversiones e innovación?
Es el gran desconocido y eso que tiene un gran potencial económico y social. En Burgos da empleo a más de 3.000 personas y casi a 400.000 a nivel nacional. Además, absorbe muy bien a colectivos sociales como las mujeres o las personas con discapacidad. También los inmigrantes han encontrado un nicho de salida laboral. La limpieza es lo que no se ve, mientras lo que sí vemos es la suciedad... Así, solo se valora la limpieza cuando hay problemas de suciedad (como en Málaga). Hablamos de la limpieza de un portal y también la de un quirófano. Puedes tener a los mejores cirujanos del mundo que si el quirófano no está en buenas condiciones higiénicas vas a tener problemas. La importancia de la limpieza es tremenda en nuestra sociedad. Yo siempre digo que la tecnología la puedes llevar a cualquier pueblo de África, pero lo que marca a una sociedad avanzada es su nivel de limpieza e higiene de calles, edificios, viviendas... Pese a ello, es un sector que no está valorado.
En los inicios de la crisis, muchas empresas prescindieron de sus servicios. ¿Han notado ahora la recuperación?
Un ligero incremento... Entramos en la crisis más tarde que la construcción pero también saldremos más tarde. Este último año empieza a haber cierto movimiento, pero aún estamos lejos de los niveles de ocupación de los años 2006 y 2007. Entonces alcanzamos los 470.000 trabajadores...
¿Las empresas, sedes administrativas o palacios de congresos están ahora más sucios?
Indudablemente ha habido recortes en los servicios, por lo que el nivel y la calidad de la limpieza se resiente.
Muchas veces han sido los trabajadores fijos en plantilla los que han tenido que asumir estas tareas...
Sí, ha habido muchas sustituciones. Aunque cuando las empresas recuperen su capacidad de trabajo normal, volverán a externalizar estos servicios.
¿Limpia mejor una mujer que un hombre?
Las generalizaciones son injustas, aunque es verdad que la mujer tiene más capacidad del detalle y, según para qué sitios, esa finura y detalle es más innato en la mujer. No es ni más ni mejor un hombre que una mujer...
¿Cómo está la proporción?
El 70 u 80% son mujeres.
¿Y en la dirección?
En mi empresa la mayor parte son mujeres. Son buenas en la gestión y no porque sean mujeres...
¿Qué salario cobra una limpiadora?
Según determina el convenio sectorial, 14.309,28 euros al año.
¿Es un buen sueldo?
A nivel español, está ligeramente por encima de la media. Es un salario razonablemente digno. Debieran cobrar más pero el mercado tira muy a la baja por la competencia desleal y la economía sumergida. Si todos cumpliéramos el convenio del sector de limpieza, sus empleados estarían razonablemente más satisfechos.
Son trabajos temporales...
Hay muchas jornadas parciales pero son estables. Aquí opera la cláusula de subrogación de personal y las empresas pueden ir cambiando pero las personas siguen en su puesto de trabajo, lo que les da estabilidad. Sí que es cierto que es bastante parcial y hay un interés para incrementar las jornadas por parte de los sindicatos. Nos encontramos con la barrera de la antigüedad, un concepto anacrónico y discriminatorio, que impide que una persona con jornada a tiempo parcial, con el paso de los años pueda ir incrementándola... Creo que los perjudicados son los propios trabajadores.
¿Usted cree que con contratos parciales se puede generar prosperidad en este país?
Si un salario a tiempo parcial complementa a otro salario en la familia, puede encajar. Si no hay más y solo se depende de este salario es más complejo... Hay trabajadoras que están en varias empresas y que al final pueden conseguir completar la jornada.
La competencia desleal son también todos esos hogares en los que se paga ‘en negro’ a empleadas de la limpieza.
La Inspección de Trabajo tiene una gran responsabilidad...
...pero no puede entrar en las casas.
Pero sí en las empresas donde no se dan de alta en la Seguridad Social... El empleo irregular en el hogar es un problema de ética personal y también profesional. Aquí parece que las únicas culpables son las familias o las empresas que contratan, pero también hay muchas trabajadoras que no quieren contrato porque perciben una prestación por desempleo o una ayuda familiar... Es muy triste que cuando solicitas gente para trabajar te digan que no les interesa porque ya están cobrando ayudas... Una de las grandes lacras de este país es que se incentiva el no trabajar, mientras que hay que incentivar el querer trabajar.
¿Se ha conseguido que las pymes consigan contratos en las administraciones?
En los últimos años, la contratación pública se ha concentrado en exceso en un número muy pequeño de empresas grandes. Esto es contraproducente y perjudica a las pymes, las que más trabajo estamos generando y fijando población en el territorio. Si hay una gran concentración pública de contratos se reduce la competencia. La Comunidad Europea ya dice que la columna vertebral de la industria y la economía son las pymes. Por lo tanto, desde las Administraciones Públicas hay que potenciar el acceso de la pyme a la contratación pública. A más competencia, más beneficios para todos. Nosotros no queremos discriminación positiva sino libertad de mercado, que los contratos se otorguen a las mejores ofertas en calidad y precio.
¿Trabajar con la Administración implica la mordida y el sobre?
Aparentemente es imposible. Se supone que son concursos públicos, abiertos y muy estructurados, y según determina la ley de contratación pública. No obstante, cuando todo son grandes contratos, no sabemos a qué puede derivar eso... La Junta está haciendo esfuerzos importantes en transparencia...
Sin embargo, la corrupción parece generalizada...
Está en los contratos muy grandes y en empresas muy grandes. Por eso es importante que entre la pyme en la contratación pública.
¿Han entrado los pequeños en las administraciones burgalesas?
Los últimos movimientos realizados por Diputación y Ayuntamiento -con lotes diferentes de colegios y dependencias municipales- van a favorecer que las pymes de Burgos intenten acceder a esos contratos. No podemos pedir más.
¿La reforma laboral -tan cuestionada- les ha animado a crear empleo?
Fue insuficiente. El Partido Popular tuvo la oportunidad de hacer una reforma que cambiara las estructuras laborales que regían en España. Se quedó a medias: mejoró en flexibilidad, pero a nivel de negociación colectiva ha descompuesto algunos sectores como el nuestro. Si el personal de limpieza subrogable -que permanece en su puesto de trabajo aunque cambie la empresa- es personal de sector, la negociación colectiva tiene que estar regulada en el ámbito sectorial y no de empresa, como prioriza la reforma laboral. En eso nos ha perjudicado. Se han hecho convenios especiales de empresa muchísimo más bajos que el convenio sectorial, lo que ha creado una competencia desleal y una discriminación entre los trabajadores.
¿Y si se deroga la reforma?
Si es para volver a lo mismo, no tiene ningún sentido. Tenemos que seguir avanzando y afrontar de una vez por todas las condiciones laborales en nuestro país. Se habla de la dualidad del mercado de trabajo, pero no se ha hecho nada para solucionarlo. Hay dos tipos de trabajadores: los que están sobreprotegidos y los infraprotegidos. Si somos capaces de equilibrar estas dos partes tendremos un mercado laboral estable.
¿Cómo?
Hay dos conceptos: el de antigüedad, que hace a unos trabajadores mucho más caros que otros y no por su productividad; y el de la salida, las indemnizaciones por despido. Una empresa que tiene trabajadores sobreprotegidos e infraprotegidos, ¿a quién echa a la calle en caso de necesidad...? No al menos productivo, sino al más barato... En Europa se pagan 10 o 15 días por año de indemnización por despido. Aquí hasta hace muy poco teníamos los 45 días de la época franquista, algo de lo que los sindicatos nunca se acordaban. Ahora son 33 días, pero sigue siendo una indemnización excesiva para las pymes, que protege a unas personas determinadas y que no siempre está acorde con su productividad. Por muchas ayudas que tenga una empresa, jamás contrata a un trabajador que no necesita y jamás despide a un trabajador que necesita. Hay que equilibrar la entrada y la salida del mercado de trabajo.
O sea que hay que abaratar aún más el despido.
Hay que abaratar más la salida de empresa para facilitar la entrada. Ahora hacemos trampa: al que está sobreprotegido y no es productivo es muy difícil cambiarle, pero al nuevo ni le puedo formar ni capacitarlo, por lo que tampoco es productivo.
¿La incertidumbre política ha paralizado inversiones?
Sí. A mí no me preocupa lo de ‘gobierno si’ o ‘gobierno no’, me preocupa el ‘gobierno sí para hacer qué...’. ¿Qué políticas económicas se van a seguir? La crisis no está corregida del todo y podemos volver a caer. Si se nos dispara el gasto público estaríamos en las mismas...
¿Burgos es una ciudad limpia?
No está mal. Ha habido recortes y se han recortado los servicios. Además, en limpieza nunca hay un tope... Cuanto más viajo y más veo, más me gusta Burgos. Eso no quita que la ciudad y la provincia no saque todo el partido al enorme tejido industrial que atesora. Con la potencia industrial y económica que tenemos, no sé cómo no somos capaces de vendernos más. Nos falta una gran promoción y no hemos sido capaces de vendernos. Producimos muy bien, pero no nos vendemos.
¿Se ha planteado presidir FAE ahora que tocan elecciones?
Estoy en su comité ejecutivo con Miguel Ángel Benavente. Nunca me lo he planteado. Estoy muy satisfecho y agradecido a Miguel Ángel y creo que tendrá un gran respaldo.
¿En algún momento se ha arrepentido de meterse en el baloncesto con el Miraflores?
No. Cuando las cosas se hacen con ilusión y pasión nunca te arrepientes. Soy el presidente de la asociación de danzas de mi pueblo porque me gusta. Todo exige trabajo y mucha dedicación, pero si estás es porque te gusta. Soy proactivo.
¿Lo de la canasta viene de la infancia?
Yo soy futbolero y me gusta el deporte en general. Seguía al Tizona y al Baskonia porque es cliente nuestro [limpia el Vitoria Arena y el estadio de Mendizorroza]. Hace dos años hice un máster en dirección y gestión de entidades deportivas. Si entonces me preguntan si iba a estar en el baloncesto diría ‘de qué me estás hablando’, pero surgió y di el paso al frente...
¿Se parece un equipo de baloncesto a una empresa?
Se debe de parecer. Al final, una empresa es un gran equipo y cuanto mejor sea, mejor irán las cosas. En baloncesto hay que gestionar a un grupo de jugadores que tienen que ser productivos para lograr unos resultados. Vendemos baloncesto a la sociedad.
¿Y se lo compra?
Estamos satisfechos y agradecidos de cómo ha respondido la afición y las instituciones. A partir de ahí, si queremos crecer como club tenemos que ver qué podemos ofrecer para que la gente se sume. No nos queremos quejar, queremos empezar por nosotros y ver qué ofrecemos como bien social a la ciudad y a las instituciones para que ellos puedan ‘vender’ a todos los ciudadanos los beneficios que estamos produciendo. Apoyar un proyecto de baloncesto es importante para una ciudad y una provincia. Tenemos que tener la suficiente autoestima para decir: nosotros queremos, podemos y lo vamos a hacer. Sin prisas pero sin pausas, queremos hacer esto lo antes posible.
¿No teme encontrarse con el techo económico de la ACB?
No, aunque ahora es un hándicap importante. Pero, más tarde o más temprano, esto tiene que desaparecer o enfocarse de otra manera. La lucha del Autocid [por ascender] a la larga dará resultado. Tenemos que estar preparados para dar el salto.