Al atardecer de este martes, varios agentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos intervinieron a un cazador furtivo con una cabeza de corzo que carecía de precinto, además de un rifle utilizado para abatir al animal. Los hechos ocurrieron en un paraje del coto de Hontomín, localidad situada en la Merindad de Río Ubierna, y ambos objetos fueron decomisados por los agentes medioambientales intervinientes.

El presunto infractor abandonó el cuerpo del animal abatido en el monte, llevando consigo únicamente la cabeza del ejemplar. Esta carecía del preceptivo precinto, distinción obligatoria por la normativa para garantizar que las piezas cazadas son legales. Además, la cuantía de este precinto se estipula en función a lo establecido en el Plan cinegético del coto para que el aprovechamiento sea sostenible.

La temporada de caza de corzo se inició el pasado 1 de abril; sin embargo, los agentes de Medio Ambiente interceptaron a un presunto cazador furtivo portando la cabeza de uno de estos animales, junto con la presunta arma que lo abatió, en Hontomín. Esta práctica está tipificada como infracción grave según la Ley de Caza de Castilla y León, y conlleva una multa de 1.000 a 5.000 euros. Además, esta falta lleva aparejada una indemnización superior a los 6.000 euros y una posible inhabilitación para el ejercicio de la actividad cinegética de entre uno y tres años.