Una semana después de que la Consejería de Sanidad repartiera el primer lote de test rápidos comprados por el Gobierno para la detección de anticuerpos frente al coronavirus SARS-CoV-2 en sangre hay decepción entre sindicatos y profesionales porque, afirman, hay «muchos falsos negativos». Es decir, que personas infectadas estarían obteniendo un resultado negativo en las pruebas y, por lo tanto, siguen diseminando la enfermedad. Este es un riesgo del que la Consejería de Sanidad advierte en la documentación técnica, admitiendo que tienen una sensibilidad de entre «el 64% y el 80%». «Es un margen de error demasiado amplio», critican los profesionales.
La Junta informó ayer de que en Burgos ya se han hecho 5.098 análisis de anticuerpos y el 10% (527) han dado positivo. El problema es que nueve de cada diez dan negativo y teniendo en cuenta que se están haciendo entre personal que ha estado muy expuesto al coronavirus (sanitarios, residencias de ancianos y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado), sorprende.
El médico de Atención Primaria y representante sindical de CCOOJosé Manuel Sastre ejemplifica con su centro de salud: «Nos lo hemos hecho 57 personas y hemos salido todos negativos, lo cual parece raro». El secretario del sindicato médico CESM, Fernando García, afirma sin rodeos que «fallan más que una escopeta de feria» y añade que «sabemos de personas que tuvieron una PCRpositiva [prueba de laboratorio lenta pero fiable que detecta la existencia del virus en el organismo] y que con el test de anticuerpos han dado negativo, lo cual no tiene sentido».
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