Un viejo proverbio reza «hombre soy así que nada de lo humano me es ajeno». Como batería que es, a Gonzalo del Val tampoco ningún estilo musical le deja indiferente, ni como público ni como artista. Entre sus influencias están los grandes clásicos, pero también el flamenco o el rock, y recientemente ha colaborado en un disco de hip hop. Pocas veces dice que no a un proyecto interesante.
Aún así, lo suyo es el jazz. Lo ha demostrado con Cancionero, reconocido como mejor disco del año en los premios Enderrock por la critica especializada, que sobre todo ha valorado el sonido compacto que transmite el álbum. Al consolidado trío que forma junto a Mezquida y Mengual, se ha unido en esta ocasión el trompetista Benet Palet para dar forma a temas que mezclan tradición e improvisación. Atmósferas claras, maestría interpretativa o intensidad emocional son algunos de los calificativos que se pueden leer en las reseñas sobre la obra de Del Val, quien no esconde que en el momento actual, en el que el sector cultural sufre los efectos de la pandemia, recibir premios hace una especial ilusión. «Cuando estás grabando o componiendo, ni te lo planteas, porque tienes que centrarte en hacer lo que te gusta. Si te dedicas al jazz ya sabes que los reconocimientos comerciales, si llegan, serán puntuales porque no es un género muy popular, pero lógicamente a nadie le desagrada un dulce», reconoce el músico mirandés.
El coronavirus retrasó la publicación de Cancionero en dos ocasiones, pero finalmente las ganas de mostrar los nuevos temas ha pesado más que la incertidumbre que rodea al sector. La grabación llevaba meses en la nevera a la espera de que la situación mejorarse, pero «cada disco tiene su momento y su contexto. Personalmente no veo sentido artístico a publicar en 2022 canciones compuestas tres años atrás, aunque sacarlo ahora es arriesgarse a no poder dar los conciertos deseados», explica Del Val, que pese a todo ha logrado presentar su trabajo en Cataluña y tiene ya en el calendario algunas fechas a la vista.
Reconocido como uno de los grandes baterías del jazz moderno en España, Gonzalo del Val cuenta con más de 50 discos grabados como líder y como sideman. Sus estancias en Dublin o Nueva York fueron decisivas en su formación y desde hace años compagina su labor artística con la pedagógica, ya que es director académico del conservatorio Liceo de Barcelona. Es precisamente a esta tarea a la que ha enfocado más esfuerzos durante el último año, en el que la agenda de conciertos le ha dado un respiro. Y es que a pesar de que el jazz sigue siendo minoritario, Del Val es uno de los protagonistas del impulso que ha tenido el género en la última década a nivel nacional. «Ahora casi todas las ciudades tienen un festival y hay ciclos en muchas salas del país, algo impensable antes. El jazz nunca va a ser de masas, pero se nota que hay más gente que le gusta», asevera.