Para comer bien, Que no te líen con la comida (Destino). Así de claro lo explica Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, experto con una amplia experiencia en divulgación desde que echara a andar su blog Gominolas de petróleo.
Desde hace años se ha hablado de la importancia de aprender a leer las etiquetas de los alimentos para que no te den gato por liebre, pero igual de importante es saber qué hay detrás de los reclamos que aparecen en la parte frontal en los que muchas veces hay poca verdad.
Con la legislación en la mano, las etiquetas de los alimentos no deben inducir al error del comprador. ¿Por qué no se prohíbe mentir?
Claro, decir que no debe inducir a error puede llevar a muchas interpretaciones de lo que pone en la etiqueta. Si aparece en un yogur que ayuda a tus defensas, ¿es engañoso o no? Depende de cómo se interprete. La mayoría de la gente piensa que es el propio yogur lo que ayuda a tu salud, pero en realidad lo que dice esa etiqueta es que el efecto se debe a la adición de vitamina B9 y este, al menos, cumple la legislación.
Hay veces que en los huevos o en la leche pone sin gluten. ¿Pero acaso los huevos de otras marcas lo tienen? Hacer eso está prohibido por ley, pero hay veces que nos encontramos etiquetas así porque las inspecciones de consumo no dan a basto.
Dice que hay que fiarse de la información obligatoria, ¿cuál es?
Esta es la información objetiva, en la que no pueden mentir y también es la que menos miramos porque no se destaca. Denominación del producto, lista de ingredientes, peso... todo forma parte de la información obligatoria, pero nos solemos fijar más en los dibujitos, los reclamos, las frases o las denominaciones casero, natural, artesanal... Esto es un error. En una caja de cereales, por ejemplo, que es muy grande, la información obligatoria aparece en un lateral y en un tamaño mínimo.
En breve se pondrá el semáforo de NustriScore. ¿Cree ayudará?
Veremos a ver qué ocurre, pero parece que en muchos casos despista porque hay productos en los que la nota da a entender que son saludables cuando realmente no lo son. Volvemos al ejemplo de unos cereales del desayuno con un 25 por ciento de azúcar con una buena nota porque los fabricantes les han agregado nutrientes que hacen que ese dato mejore como es la fibra. A mí me parece demasiado simplista basar la elección de alimentos en una etiqueta como esta, ya que se habla de los nutrientes de forma aislada y no tiene en cuenta de si son de unos frutos secos o una tarta de chocolate.
¿Por qué cuando se habla de referencias en el etiquetado frontal se suele poner el ejemplo de Chile?
Pues porque solamente advierte de lo negativo, como la sal o el azúcar. Ahí no hay forma de compensarlo añadiendo ingredientes que maquillen esa mala nota.
Parece que cualquier persona tiene que ser tecnóloga de los alimentos para defenderse en la selva del supermercado. ¿Cuál es la clave para elegir bien la cesta de la compra?
Cuatro puntos: Mirar el alimento con perspectiva para saber de qué estamos hablado. Unas galletas no van a ser más saludables por muchas vitaminas o minerales que les pongan. Fijarnos en la denominación de venta del producto, su nombre. Lo que pone antes de la lista de ingredientes. Si es queso, un preparado graso a base de queso, un sucedáneo de queso... La tercera cuestión sería la lista de ingredientes, sabiendo que deben aparecer en orden de importancia y, por último, la información nutricional, de la que se suele mirar las calorías y el azúcar.
Pero mirar la cantidad de azúcar es engañoso también porque no se distingue entre el intrínseco y el añadido en el procesado...
Esto ya se hace en Estados Unidos y aquí llevamos años demandándolo. El azúcar intrínseco de una manzana no es perjudicial, pero el añadido por el fabricante es el que se debería evitar.
Alto en hierro, Contiene vitamina C, fuente de fósforo... son algunos de los reclamos que se pueden leer en los lineales. ¿De verdad se necesita ese extra en una dieta equilibrada?
En una dieta variada no necesitamos suplementos a no ser que estemos en una situación particular como mujeres embarazadas o que tengamos anemia o seamos veganos. Solo hay una excepción. Deberíamos comprar sal yodada.
Cuando hay un déficit de nutrientes lo que hay que hacer es ir al médico porque una carencia de hierro no se arregla comiendo alimentos enriquecidos en hierro. Sería insuficiente.
¿Y qué significa realmente que ponga Sin azúcares añadidos?
No quiere decir que el alimento no contenga azúcar, sino que no se le ha añadido. Esto suele conllevar la adición de edulcorantes, que no es garantía de que sea saludable. Este reclamo hay que mirarlo con lupa.
¿Está justificada la desconfianza que los aditivos generan en el gran parte de los consumidores?
Esto se suele asociar a que lo artificial es malo y lo natural es bueno y esto no es verdad. Con los aditivos hay muchos mitos, aunque evidentemente hay muchos con propiedades muy distintas y con sus respectivas limitaciones, que están marcadas por ley. Por ejemplo, los nitratos, que siempre se ponen como muy peligrosos, pero solo se pueden usar en una cantidad que no pone en riesgo la salud.