El Gobierno presentó a mediados de junio un plan para el impulso de la industria de la automoción, dotado con una inyección económica de 3.750 millones de euros, que pretende ayudar a uno de los sectores más importantes para la economía del país. Subvenciones a la compra de vehículos que saquen del parón a los concesionarios, apoyo a las fábricas y empresas relacionadas con la automoción o una apuesta clara y decidida por la movilidad sostenible son algunos de los pilares del documento, pero en ningún momento se recoge la palabra ‘taller’. Los negocios especializados en la reparación de vehículos son sin duda los grandes ignorados por el Ejecutivo, y desde la Asociación de Empresarios de Automoción de Burgos (Adeabur) se han sumado a la carta que las dos principales patronales han remitido a la Moncloa expresando su malestar. «Somos los grandes olvidados. Parece que la automoción solo se base en la fabricación y no se tenga en cuenta el servicio social que supone, donde entra la seguridad vial», denuncia su presidente,Gabriel Martínez.
Entre la lluvia de millones que se hará desde el Gobierno para reactivar a este 10% del PIB nacional, los profesionales de los talleres lamentan la «carencia de enfoque» hacia ellos. «El vehículo es uno de los principales patrimonios de la sociedad, suele ser la segunda inversión más importante por detrás de una vivienda, y hay que apostar por la seguridad.Somos una extensión de las revisiones de la ITV», explica Martínez. A juicio de la patronal burgalesa, los avances que está viviendo la automoción, con la integración de la electrónica cada vez más presente en los coches, provoca que los negocios deban invertir altas cantidades de dinero más en aparatos para su mantenimiento o reparación. «Llevamos vehículos muy sofisticados.La puesta a punto de elementos dinámicos en carretera o de identificación de señales, radares que evitan colisiones o los dispositivos de alerta requiere maquinaria muy especializada para calibrarlo, y ello conlleva un desembolso muy grande. Necesitamos apoyo que redunde en mejores servicios y un incremento de la seguridad vial», reclama Martínez.
También urgen más ayudas económicas en materia de formación, cuyos costes son en muchas ocasiones superiores a las bonificaciones a las que pueden acceder. «No tenemos más ayudas que estas», critica el presidente de Adeabur, que también vería con buenos ojos reducciones fiscales para dar un impulso al sector.
queja a nivel nacional. Las reclamaciones que lanzan desde la Asociación de Empresarios de Automoción de Burgos no se circunscriben únicamente a la provincia, ya que las dos principales entidades han mostrado abiertamente su malestar por la actitud del Ejecutivo central con ellas. La Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (Cetraa) y la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa) enviaron hace un par de semanas una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para reclamarle que se contemple «expresamente» a los talleres dentro del ‘Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción: Hacia una movilidad sostenible y conectada’, ya que en este documento «no se hace ni una sola referencia» a las empresas del sector de la reparación y el mantenimiento.
Ambas instituciones aplaudieron y se felicitaron por el programa de renovación del parque que incluye el plan, pero urgieron directamente la implicación de Sánchez al considerar que los contactos realizados hasta la fecha con distintos departamentos ministeriales «no han tenido respuesta adecuada». El taller es un elemento «esencial y omnipresente» en la vida de un vehículo y se trata de un sector formado mayoritariamente por microempresas y pymes que emplea a más de 150.000 personas en el conjunto del país.
Por todo ello, ambas asociaciones consideran que el Plan también debería recoger el apoyo al mantenimiento de vehículos ya en circulación, la necesidad de fomentar la formación continua del personal de los talleres y ayudas a las inversiones en herramientas y tecnologías.