La red pierde en un año el agua para llenar 10 piscinas

C.M.
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La constante renovación de las tuberías reduce las pérdidas en un 41% pero se han malgastado 25.900 metros cúbicos en las 192 incidencias producidas durante 2019

Sistema de detección de fugas. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La factura por el consumo del agua que llega a los hogares burgaleses viene siempre acompañada de un decálogo de consejos para ahorrar en los que se insta a ser responsables con este preciado bien no solo para pagar menos sino para hacer una ciudad más sostenible. Sin embargo, esa responsabilidad no es solo del usuario sino también de la administración local que debe vigilar las pérdidas por fugas no controladas en la red de distribución (las tuberías) y en la de conducción desde la potabilizadora de Arlanzón hasta los depósitos.

La constante renovación de las antiguas canalizaciones por otras más modernas está siendo determinante a la hora de reducir esas fugas. El año pasado se produjo una bajada del 41,15% respecto a 2018 en la red de distribución, tanto en la sectorizada (doméstica y de polígonos industriales) como de la que no lo está, la de conducción. Sin embargo, por ese motivo se perdieron 25.937 metros cúbicos de agua (25,9 millones de litros) que, aunque son 18.129 menos que en 2018, con ellos se hubieran podido llenar 10 piscinas olímpicas (una piscina tiene 2.500 metros cúbicos o 2,5 millones de litros).

Según los datos facilitados por la Sociedad Aguas de Burgos, en 2019 se registraron un total de 192 fugas frente a las 148 de 2017, que fueron detectadas y reparadas inmediatamente dado que a pesar de ser más se perdió menos agua. La mayoría se registraron como consecuencia de la red de acometidas (57) seguidas de las causadas por averías en interiores (52), fuentes (50), tuberías (17), hidrantes o bocas (10), jardines (5) y válvulas (1).

El hecho de que la red de la ciudad esté sectorizada en 27 zonas independientes hace que cualquier incidencia se pueda detectar más rápidamente, tanto en el caso de fugas como en el de fraudes. Los límites de cada sector están controlados mediante contadores, de manera que es posible realizar el balance de los volúmenes entrantes y salientes. Asimismo permite obtener el volumen registrado de todos los usuarios que quedan dentro del área delimitada a través de la lectura de los contadores.

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