Los pupitres han desaparecido en una de las clases del instituto Enrique Flórez, que imparte Bachillerato y ciclos de Formación Profesional. En su lugar se han colocado pequeñas mesas de trabajo en grupo y soportes para dar cabida a equipos informáticos de las más variadas funciones. Los alumnos han estrenado esta semana el Aula de Tecnologías Aplicadas (Ateca), la primera de la que dispone un centro de Burgos, a la que le seguirá el Juan de Colonia. Los dos han sido seleccionados por la Consejería de Educación para implantar esta novedosa forma de aprendizaje.
Dotado con la tecnología más puntera, este espacio incluye desde equipos informáticos a pantallas de grandes dimensiones, micrófonos y cámaras de alta resolución, ya que contempla un estudio de grabación para la creación de contenidos de vídeo y audio. No falta material de realidad virtual, al igual que de impresión en tres dimensiones, que se emplearán para la enseñanza de los estudiantes previa formación específica de los profesores en este nuevo material.
«Se trata de favorecer aprendizajes activos e ir cambiando las metodologías», explica Javier Antolín, director del instituto, quien, a estas particularidades, añade también la de la multifuncionalidad. Esto quiere decir que el mobiliario puede tener distintas disposiciones para adaptarse a cada tipo de trabajo, entre el que figura el de la interconexión con otros centros.
Para poder habilitar esta clase ha sido necesario realizar distintos trabajos de pintura y carpintería, financiados, al igual que el equipamiento, con una subvención de 55.000 euros procedente de fondos europeos. No hubo un proceso de presentación de solicitudes para optar a este recurso, sino que fue la Junta la que seleccionó los centros educativos en los que iba a implantarse. En Castilla y León han sido 21, entre ellos el Enrique Flórez y el Juan de Colonia, ubicado en el polígono docente del Vena.
En principio el aula iba a estar destinada a una única familia profesional, que en este caso era la sanitaria por su volumen de matrícula. Sin embargo, finalmente se abrirá a todas las ramas de estudio para aprovechar su funcionalidad. «Permite realizar muchas cosas diferentes», precisa Antolín, quien avanza que ya han presentado dos proyectos de realidad virtual relacionados con los riesgos laborales y los cuidados auxiliares de enfermería para conseguir financiación con la que poder desarrollarlos.
Tanto este responsable educativo como Juan Carlos Merayo, director del Juan de Colonia, considera que esta iniciativa supone una «oportunidad y un paso adelante» en la enseñanza de la Formación Profesional. En lo que respecta a este último centro, su implementación va con más retraso debido a que tienen que realizarse obras de albañilería para unir dos clases, algo que no puede realizarse ahora al estar en época de exámenes. Por ello, el equipo directivo ha optado por aprovechar las vacaciones de Navidad para adaptar el espacio y colocar todos los equipos.