Consultorios rurales sin médicos. Un sistema de citas en el que el teléfono siempre comunica. Y meses de dejadez... que en algunos pueblos ya encadenan años. Es el cóctel explosivo que sufren a diario quienes viven en numerosas zonas de la España vaciada, como Fuentemolinos, Fuentelisendo, Fuentecén y Hoyales de Roa, en la Ribera del Duero. Entre los cuatro municipios suman más de 500 tarjetas sanitarias. Sus alcaldes denuncian que se sienten "abandonados" a la par que "desesperados" ya que la plaza de estas localidades sigue sin cubrirse y ahora apenas cuentan con "consultas esporádicas".
Unas semanas, sí. Otras no. Todo en función de la disponibilidad de médicos y de las posibles guardias. Pero sin saber con exactitud cuándo tienen atención en los consultorios de sus propios pueblos y cuándo no. En tal caso, no les queda más remedio que pedir cita telefónicamente y desplazarse hasta el centro de salud de Roa de Duero.
En Fuentecén y Hoyales, antes el médico acudía tres veces a la semana. Desde el pasado octubre, se ha limitado a uno. Y desde enero, "a veces ni eso", como denuncia el alcalde de Hoyales, Juan Antonio González. "Llamas a Roa y siempre comunica. Cuando te cogen, dicen que los doctores están ocupados". Mientras, el regidor de Fuentecén, Juan Antonio Martín, añade: "Lo van dejando, dejando, dejando... hasta el punto de que hay semanas que no tenemos médico".
El caso más sangrante es el de Fuentemolinos. Su alcalde, Sergio Martínez, denuncia que llevan más de dos años y medio sin que ningún médico pase consulta. "A mi pueblo no ha ido nadie más que la enfermera", lamenta, al tiempo que subraya que esta "suele ver a los pacientes y después, junto con la farmacéutica, hablan con los médicos de Roa para expender las recetas". Ante este panorama, concluye: "Estamos olvidados, abandonados". Eso sí, el alcalde precisa que "todos los días" encienden la calefacción en el consultorio "por si pasa el tren y viene el médico".
Mientras, en Fuentelisendo se repite el patrón. "Nos falta lo más básico. Llevamos sin médico desde hace meses. De vez en cuando aparece un sustituto, pero si nos corresponde una visita a la semana, no se cumple", se queja su alcalde, Álvaro Domingo, dejando clara su petición: "Que haya médico".
En cualquier caso, los cuatro precisan que su crítica no va contra los profesionales sanitarios, que "se están portando genial". "Merecen todas nuestras alabanzas", recalcan al unísono, sin olvidarse de la farmacéutica, que "desarrolla una labor extraordinaria". El problema, dicen, "viene de arriba".
El alcalde de Hoyales recuerda que en junio de 2019 envió un escrito a Gerencia en el que advertía de que se estaban suspendiendo consultas "sin motivo aparente y a veces sin previo aviso (...) estando los vecinos dejados a su suerte, jugándose con su salud", pero su respuesta fue "ridícula": "No dan la cara. Venga letra, letra y letra para decir ‘no’. El papel lo aguanta todo, pero las personas no. Entendemos que faltan médicos, pero también sabemos que sobran políticos". Algo en lo que coincide Martín: "Una vez que ha habido elecciones, no se acuerda nadie de los pueblos".
"Nos dan la puntilla". Los regidores de Fuentemolinos y Hoyales apuntan otra consecuencia más. "Ahora la gente del pueblo se hace el desplazamiento en Roa o Aranda o directamente se empadronan allí para poder tener un servicio médico que es básico como el comer", avisa Martínez, a lo que González remata: "A los pueblos nos están dando la puntilla".
Por su parte, desde la Gerencia de Atención Primaria indican que "la escasez de médicos es un grave problema a nivel nacional que requiere medidas como la ampliación de plazas de formación o hacer más atractiva la atención sanitaria rural". Hasta que se solucione, aseguran que están "garantizando la asistencia organizando los recursos de la mejor manera posible".